La división del pleno deja a Barakaldo sin bandera oficial

La bandera no ha sido el punto más relevante en el pleno de este jueves, que también ha firmado por unanimidad de todos los grupos la adhesión del municipio a un servicio de préstamo de bicicletas eléctricas en el área del Bilbao metropolitano, pero sí el que mayor enfrentamiento ha suscitado. El concejal del PNV, Gorka Zubiaurre, no ha ocultado su decepción con el rechazo de los grupos a una símbolo que ya había recibido el apoyo de 827 vecinos. En total, el proceso logró reunir más de 2.600 votos, un 3% de toda la población llamada a expresar su opinión.

«Hemos intentando el consenso con todos los grupos. Llevamos cuatro meses con esto y no hemos recibido ninguna propuesta», ha criticado el edil, que ante las críticas ha subrayado que la iniciativa no ha impedido abordar cuestiones claves para el municipio, «como demuestra este pleno».

El portavoz del PSE, Alfredo Retortillo, ha explicado que la elección de la bandera debía buscar el consenso al inicio del proceso y no en su final. Además ha destacado la falta de participación de los vecinos en la votación como una demostración «de falta de interés, de que las opciones propuestas no eran satisfactorias, de que el plazo fue muy breve, o de que faltó un elemento incitador». Retortillo ha aprovechado para recordar al PNV que ya habían pedido que no se llevara el asunto al pleno.

Para el coportavoz de Elkarrekin Barakaldo, Eder Álvarez, lo ocurrido en el pleno ha sido un problema creado por el propio PNV. «¿En qué orden de urgencia estaba la bandera? Esta semana se han ido llenando el charco, se han metido hasta la cintura y ahora se encuentran en esta situación», ha criticado. En la misma línea, la representante de EH Bildu en Barakaldo, María Solar, ha acusado al PNV de buscar «protagonismo partidista» con una iniciativa que «no ha suscitado ni interés, ni entusiasmo entre la ciudadanía, todo lo contrario a lo que necesitaría un proceso de estas características».

El concejal del Partido Popular, por su parte, ha mostrado su «máximo respeto hacia los símbolos que representan a la ciudadania», pero en este caso ha lamentado que la bandera «llega viciada desde su inicio».

Más allá de la polémica por la bandera, la aprobación este jueves de la modificación urbanística en El Calero ha sido recibida con aplausos por parte de un grupo de representantes del barrio de Burtzeña. La iniciativa recoge la creación de equipamientos, zonas verdes, el cubrimiento parcial de las vías del tren y una mejora de accesos con el barrio de Cruces, entre otras medidas. Todo ello, eso sí, fiado a la construcción de viviendas. El concejal de Vivienda, Planificación y Gestión Urbanística, Juan Antonio Pizarro (PSE), remarcó que la actuación «servirá de palanca para la transformación de Burtzeña», y recordó las mejoras introducidas en el proyecto como una nueva rotonda para facilitar el acceso del tráfico rodado.

La oposición se ha mostrado crítica con varios aspectos del proyecto como la inundabilidad a 500 años de la zona, donde según ha apuntado la portavoz de EH Bildu no se recomienda su construcción. Solar ha incidido además en «el alto grado de edificabilidad» propuesto en el municipio. «No vemos descabellado que este proyecto privado no se ejecute y todas las propuestas caigan en cascada», ha alertado.

En la misma línea, Elkarrekin Barakaldo ha señalado que la solución a la zona tenía que haber llegado hace 20 años, de la mano del Ayuntamiento. «Ahora es el momento oportuno para hacer viviendas», ha acusado Álvarez. Por su parte, el concejal del PNV, Jon Andoni Uria, ha recordado una vez más que los terrenos «son privados» y que no es viable una actuación directa del Ayuntamiento. «Hacer los terrenos públicos nos supondría una inversión de 53 millones de euros, lo que excedería la inversión destinada a todos los barrios durante los próximos 11 años», ha remarcado.

El pleno ha abordado además otros asuntos, como un ruego de EH Bildu reclamando más pluralidad en la revista municipal de Barakaldo, y otro de Elkarrekin Barakaldo sobre ampliar el plazo de solicitudes de Ayudas de Emergencia. Además ha servido para aprobar un pacto social y ciudadano contra la violencia machista que está liderado por los jóvenes del municipio, el 'Generation Equality'. En los últimos meses se ha creado un grupo motor abierto a las asociaciones locales y grupos feministas, así como a los colectivos juveniles, para evaluar los avances en materia de feminismo alcanzados durante los últimos 25 años, los transcurridos desde la Coferencia de Bejing.