Critican la protección de «una mínima parte» de La Naval como Bien Cultural

En la misma línea se pronunció Javier Puertas, presidente de la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública (AVPIOP), quien declaró a EL CORREO que, entre los bienes que obtendrán dicha protección -la pasarela peatonal que se levantó en 1916 para facilitar el acceso del personal al recinto fabril desde el casco urbano de Sestao, el pabellón de comedores y botiquín, las oficinas generales, que datan de 1956, la central eléctrica, el taller de maquinaria y calderas, además de dos diques secos, uno de ellos de 1888 y otro construido durante la segunda fase de modernización del astillero, hacia 1956- «echamos de menos dos grupos de naves con estructura metálica que se erigen como las más antiguas que se conservan en todo el Estado y que se levantaron cuando La Naval aún no existía y en su lugar estaba la empresa Astilleros del Nervión».

Esta decisión, fundamentada en el reconocimiento del valor industrial, histórico, científico, paisajístico, urbanístico y social «choca con la dejadez mantenida por el gobierno de Urkullu y de la consejera Arantxa Tapia durante el largo proceso de desmantelamiento del emblemático astillero, el más importante que ha tenido Euskadi, elemento estratégico y tractor de la economía vasca, que sustentaba miles de empleos en Ezkerraldea», han indicado desde la coalición comarcal y aseguraron que, el patrimonio de La Naval no eran sólo los diques secos, la pasarela peatonal o el pabellón de comedores, «también lo eran las personas y la actividad que realizaban desde hace décadas». Critican que no se actuase en su día «con valentía y responsabilidad» para mantener vivo ese patrimonio y tachan la decisión de «lavado de imagen». Asimismo, han destacado la existencia de otras áreas de gran valor patrimonial como el Horno Alto de la localidad sestaoarra, el Museo Minero de Gallarta o los pabellones industriales en Zorrozaurre, Zorroza y Lutxana «que sufren el olvido institucional más absoluto», han concluido.