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Vecinos, amigos y familias se enfrentaron ayer en Muskiz para elegir al mejor tomate del municipio. Precisamente en una temporada en la que la primera flor del tomate ha sido mala para la mayoría de los agricultores, ellos han organizado este primer concurso. Una iniciativa que nació de la típica discusión en la barra de un bar en la que una cuadrilla debatía quién de ellos cultivaba los tomates más deliciosos.
Probablemente esta no era la mejor temporada para buscar el mejor tomate. Aitor, uno de los participantes, contó que este año empezó la temporada con una cosecha «mala, mala», en su caso, el día 11 de agosto, el día que los termómetros alcanzaron los 40 grados, toda su cosecha se echó a perder. Otro de los concursantes comentó que este año se puede descubrir el «secreto del mal tomate». «El tiempo no ha acompañado, ha habido mucha humedad y poco sol», explicó. Además, este verano, precisamente por estas condiciones ambientales, les han entrado «gusanitos», mucha «roña» y hongos. Coincide con sus oponentes en que el buen fruto está viniendo tarde. «Para el concurso es una pena, porque el tomate bueno está verde todavía», finaliza.
«Para mí está siendo una temporada buenísima», interrumpió Pedro, pero no tarda en aclarar, que al principio toda su cosecha se fastidió por el mal tiempo. «La niebla me fastidió todas las plantas, pero ahora tengo unos tomates de la leche». Aunque la mayoría de los participantes aseguran que no fumigan los tomates, algunos reconocen que este año ha sido necesario fumigar. Algunos intentan que sean métodos poco agresivos. «Yo le echo agua de ortigas que hago yo» explica uno de ellos. Otros optan por el bicarbonato o el producto químico que ellos llaman «lo azul».
El ganador del concurso, José María Villegas, también reconoce que la primera flor del tomate ha sido muy mala, pero que en particular tienen unas plantas a las que les dan sombra unos árboles y se salvaron el día de la ola de calor. «En esas plantas tengo unos tomates enormes y buenísimos», explica José María, que cultiva «tomate del país», porque tiene mucha carne y mucho sabor. El cultiva con unas semillas que le dió un amigo hace tres años y salvo los que se le han estropeado a principios de la temporada siguen siendo unos frutos exquisitos, según sentenció el el jurado que los ha considerado los mejores.
Norberto Bilbao, estaba tomando unos vinos con unos amigos cuando pensó que la mejor manera de saber quién de ellos cultivaba los mejores tomates era organizando un concurso. «Esto es muy fácil, hacemos un concurso a ciegas y vosotros votáis», le dijo Norberto a sus amigos. Pero lo cierto es que él no esperaba que la convocatoria tuviera tanto éxito. «Estoy sorprendido; esperaba que viniesen unos 15 productores y ya vamos 40». Finalmente, los participantes fueron 44. Así que lo que esperaban terminar a la una del mediodía se alargó hasta las dos y media. Organizados por grupos, cinco personas probaban los tomates de otros cinco, en una cata a ciegas y de cada grupo salió un finalista. Los premios, vino y queso, donados por un empresario de la zona que se quiso mantener en el anonimato.
Eduardo Briones, alcalde de Muskiz, entregó el premio al ganador del primer concurso de tomates del municipio. «Una iniciativa popular nos propuso hacer este concurso y nos encantó». Él, al contrario que Norberto, sí que esperaba que la participación fuese tan alta. «En Muskiz está muy arraigada la idea de la huerta, recuerdo cuando la pandemia, que la mayoría de las llamadas que recibimos eran para consultar si podían ir a cuidar la huerta». Se alegra de ver a los vecinos participando en estas iniciativas que sirven para poner en valor el producto local y ver que todavía está tan arraigado el trabajar la tierra.
Pero en Muskiz no solo trabajan la huerta los que lo hacen de toda la vida. Pedro, era motero y «ni pensaba que tendría una huerta». Hace unos años fallecieron sus suegros y él se quedó con la huerta. «Con el tiempo me he ido enganchando, esta última tanda he plantado doscientas matas». Esta temporada, como la de los demás, no empezó bien, pero es el que reconoce que después está teniendo unos tomates buenísimos. Al igual que la mayoría de los concursantes cultiva para el autoconsumo. «Recogemos los tomates y los embotamos para todo el año».
Un concurso en el que los vecinos de Muskiz han presentado sus mejores frutos y algunos de ellos han contado sus secretos para cultivar un buen tomate. Desde cuidarlos diariamente con mimo y quitarles las hojas para que les dé el sol, hasta los métodos más personales: «Yo a mis tomates les hablo y les canto y todos dicen que están buenísimos». Sus tomates no han sido los ganadores, pero está orgulloso de ellos.
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