«Tendremos que conformarnos con cantar desde fuera»

Aunque la ermita de Santa Águeda se encontraba cerrada, cientos de fieles han subido durante toda la mañana hasta el histórico templo del monte Arroletza, en Barakaldo

alba rodríguez

Sábado, 5 de febrero 2022, 16:37

El mal tiempo no ha impedido que cientos de personas hayan emprendido hoy el camino para llegar a las faldas del monte Arroletza, en Barakaldo, y visitar la ermita de Santa Águeda. Armados con sus paraguas y la tradicional 'makila', los fieles se han acercado ... al santuario para poder cantar en este lugar que se llena de vida cada 5 de febrero.

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Sin embargo, debido a la pandemia, este año el recorrido no ha contado con los tradicionales puestos que solían estar colocados a lo largo del camino para endulzar la subida con rosquillas, cordones de San Blas y frutos secos garrapiñados. «Es una pena porque es parte de la tradición y sin los puestos parece que falta un pedacito de Santa Águeda. Esperemos que para el año que viene podamos volver a tenerlos», ha explicado Bertín Ortiz, uno de los fieles que realiza esta ascensión cada año.

No es lo único que ha cambiado debido a la pandemia, ya que tampoco se han llevado a cabo las misas que suelen darse durante estas fechas en la ermita. Además, el santuario solo se abrirá mañana, domingo 6 de febrero, para poder visitar su interior. «Tendremos que conformarnos con cantar desde fuera. Es una pena pero por lo menos seguimos juntándonos y celebrándolo, que es lo importante», se ha lamentado Ágata Ruiz, otra de las personas que han acudido al lugar de celebración.

Distintas rutas

Existen dos rutas diferentes para poder llegar hasta la ermita: la más popular y sencilla, que parte desde el barrio de Cruces, y el camino que se inicia desde Kastrexana, algo más empinado pero también apto para todas las edades. Ambos accesos han sido cortados al tráfico rodado para asegurar una caminata segura a los fieles, y tanto Policía Municipal como Protección Civil han estado presentes en el lugar para garantizar que no ocurriera ningún incidente. «Nosotros hemos decidido venir por la ruta más 'fácil' porque es la primera vez que traemos a los niños y no queríamos cansarlos demasiado», ha contado Pablo Álvarez, que ha subido hasta el templo con sus dos hijos. «Es algo que yo solía hacer con mis padres y que ahora que son lo suficientemente mayores quiero hacer con ellos», ha continuado el baracaldés.

Aunque se hayan dado restricciones debido a la pandemia, sí que se ha disfrutado por la mañana de una 'maskarada' del estilo Zuberoa, con bertsos, danzas, teatro y canciones en los que el público también ha podido participar. «Ha sido una grata sorpresa porque creía que no iba a haber nada organizado y resulta que sí. La verdad que es bonito ver este tipo de baile tradicional con la ermita como telón de fondo», ha dicho ilusionada Raquel Morante, que como muchos de los presentes sube cada año a rendir homenaje a la santa.

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