Los conductores del Kbus vuelven a la huelga cuatro años después

En 2019 la plantilla del Kbus de Barakaldo, el autobús municipal de la segunda urbe vizcaína -que el pasado año transportó a 678.507 viajeros-, salió a la calle para pedir mejoras salariales y una reducción progresiva de la actual jornada laboral. Tras varios meses de protestas llegaron a un acuerdo, pero ahora, cuatro años más tarde, el conflicto laboral ha vuelto a estallar. La treintena de trabajadores que forma la plantilla solicita mejoras en el servicio y en las condiciones del mismo, pero la empresa que gestiona actualmente esta concesión se ha negado, alegando, según apunta Gaizka Miguel, portavoz del sindicato ELA, que el pliego de condiciones del Ayuntamiento no le deja margen alguno.

Ante este panorama han convocado para este martes un parón de 24 horas, que se repetirá los próximos días 16 y 28 de marzo. «En la mesa negociadora el primer planteamiento de la empresa fue ampliar la jornada y reducir el salario. Parece que en las siguientes reuniones estarían dispuestos a respetar lo que se tiene ahora, pero los trabajadoras quieren mejorar las condiciones, con la correspondiente subida referida el IPC», declara Miguel, quien desvela que se han reunido con el equipo de gobierno (PNV-PSE), instándoles a que tomen medidas en el asunto.

Este martes los trabajadores harán público el conflicto poniendo pegatinas por varias calles de la localidad fabril y repartiendo hojas informativas. También protagonizarán una concentración en la Herriko Plaza a partir de las 10.30 horas. «Si la situación de bloqueo persiste se incrementarán las movilizaciones en las próximas semanas», apuntan.

Tanto este martes como en las dos jornadas que se han marcado también de huelga habrá servicios mínimos en las tres líneas actuales del Kbus. Debido a esto también están los sindicatos en conversaciones con la empresa ya que según declaran desde ELA no quieren dejarles respetar ese derecho a manifestarse. «Hay discrepancias en cuanto a la orden de servicios mínimos porque han salido una del 30% y quieren intentar que haya más trabajadores en su puesto», en esa primera jornada. «Hace cuatro años también pasó y pusimos una demanda, aunque finalmente llegamos a un acuerdo y no se llegó al juzgado», afirman.

Por aquel entonces los trabajadores del Kbus lograron reducir su jornada laboral, «tenían la más alta del estado en el transporte urbano», y pudieron dar «un saltito» en su salario. «El que tienen ahora es casi de vergüenza», indica Gaizka Miguel, quien señala que esperan ir dando pasos para poder llegar algún día a tener condiciones más similares a las de otros servicios que hay en Bizkaia, como Bilbobus y Bizkaibus. Desde el Consistorio de Barakaldo hacen un llamamiento a la empresa «para que se siente cuanto antes a negociar» y alcancen pronto «un acuerdo satisfactorio que impida que la ciudadanía se vea afectada por este proceso de negociación».

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