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Quince meses después de echarse a la calle para reivindicar la actualización del convenio y la consecuente mejora de sus condiciones laborales y sociales, después de iniciar en diciembre de 2022 las negociaciones, la treintena de conductores del autobús urbano de Barakaldo, el Kbus, han logrado sellar este viernes un pacto. Con este acuerdo se desconvoca la huelga que iniciaron en febrero de 2023 y que desde principio del presente año se había tornado en indefinida, con servicios mínimos de lunes a viernes.
La concesión del contrato entre el Ayuntamiento y la UTE, conformada por Transitia y Transportes Unidos de Asturias, se aprobó en mayo de 2020, por un periodo de diez años, y por casi 25 millones de euros. Después de muchas negativas y de insistir en las negociaciones en no cubrir costes y estar en pérdidas, la empresa, según ha confirmado el sindicato ELA a EL CORREO, «ha accedido a cubrir las reivindicaciones de la plantilla, consiguiendo incrementos salariales por encima de IPC para cada uno de los años de vigencia del acuerdo», que se extenderá desde 2023 a 2027.
Además, los trabajadores han logrado otras peticiones que reclamaban, como las que tienen que ver con los pluses que regulan sus condiciones, consiguiendo que la compensación por trabajar en sábado y en domingo esté también por encima del IPC. Se consolidan igualmente algunos beneficios sociales suscritos con anterioridad, y consiguen mejorar otros, entre ellos «el paro de servicio en festivos de Navidad, uniformes y vacaciones».
Este pacto llega después de numerosos parones y tras solicitar los trabajadores de manera reiterada tanto a la empresa, como principalmente al Ayuntamiento, el encontrar una pronta solución al conflicto. El problema fue llevado incluso al pleno en varias ocasiones. En una de ellas, el pasado año, se instó a mediar en la huelga para poner fin al problema cuanto antes, y ya en febrero de este curso se rechazó la petición de rescisión del contrato y de reequilibrio del coste del servicio por parte de la propia entidad encargada de la gestión, debido a que un informe técnico municipal señalaba que «no se podía considerar probada la existencia de desequilibrio económico por causas imprevistas», como alegaba la UTE.
El Ayuntamiento, que aseguró no disponer de los mecanismos a corto plazo para realizar una modificación de la licitación, se ha congratulado este viernes del acuerdo alcanzado. «Han sido momentos difíciles pero finalmente ha triunfado el diálogo y lo quiero agradecer públicamente a ambas partes», ha indicado David Arribas, concejal de Servicios para los Barrios y la Ciudad, quien ha resaltado que además de mejoras laborales lo firmado también redundará en los usuarios.
En marzo de este año los conductores protagonizaron una manifestación por Barakaldo arropados por varias decenas de vecinos y usuarios, que pese a los perjuicios que les ha causado la huelga han entendido sus reivindicaciones. Y es que los paros han dejado prácticamente aislados estos pasados meses a barrios cuyo único medio de transporte público es este autobús. En el caso de El Regato, y también de la zona de Cadagua y de Castrejana. Estos dos puntos, conectados por la línea 3 con el hospital de Cruces durante el tiempo que ha durado la huelga indefinida han estado de lunes a viernes con un único autobús por la mañana y otro por la tarde.
Esta era la segunda vez que los trabajadores del Kbus iban a la huelga. En 2019 lograron tras varios meses de movilizaciones reducir su jornada laboral, ya que según remarcaban «tenían la más alta del estado en el transporte urbano», dando «un saltito» en su salario. «El que tienen ahora es de vergüenza», han destacado en alguna ocasión desde el sindicato ELA, el que tiene la totalidad de la representación, asegurando que las condiciones laborales de estos conductores «son las peores de todo el transporte público de Bizkaia». Poder asemejarse a servicios como Bilbobus -que lleva en huelga desde octubre, solicitando una revalorización salarial y otras mejoras sociales- y Bizkaiabus, es otro de los objetivos de esta plantilla.
Precisamente los gestores del Kbus, según señala ELA, «son los mismos que los de Bilbobus», y varios de ellos han estado acudiendo a las dos mesas de negociación para tratar de solucionar ambos conflictos, pero de momento solo se ha sellado la paz en uno de ellos. Todo apunta, según los sindicatos, a que los conductores «apretarán» a la empresa del transporte urbano de la capital vizcaína, tras aprobar continuar con la huelga indefinida durante todo el verano.
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