![«Ser camionera es lo mejor que he podido hacer en mi vida»](https://s3.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/2024/09/07/barakaldo-camiones-k89C-U2201170365883RWC-1200x840@El%20Correo.jpg)
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Diana Martínez
Barakaldo
Sábado, 7 de septiembre 2024, 16:22
'Yo para ser feliz quiero un camión'. Ya lo rezaba la popular canción y durante este fin de semana lo demuestra el centenar de profesionales del sector del transporte que se dan cita en el recinto ferial de Ansio con la celebración de 'Barakaldo ... Truck Festival', una concentración organizada por el Club Camión Euskadi que alcanza su quinta edición. Esta profesión ha sido históricamente masculinizada, sin embargo, en los últimos años la presencia femenina se ha visto incrementada. Muestra de ello son la veintena de mujeres que han acudido al evento y que forman una ínfima parte de la representación femenina en el sector. «En España somos 5.000 camioneras», afirma con orgullo Maribel Martín, de Amorebieta, una de las incorporaciones más recientes.
Comenzó a ganarse la vida con estos vehículos hace apenas cinco meses y «es lo mejor que he podido hacer en mi vida, es muy satisfactorio. Lo quería desde niña, lo mío es vocacional», expresa la mujer, que fue madre «muy joven» y no pudo dedicarse en esta profesión antes. «Yo misma frené mi camión, pero ahora he podido cumplir mi sueño». ¿Cómo nace esa pasión? «Cuando ves un camión de niña te quedas mirándolo, se te ponen los pelos de punta, lo sabes. Quieres ser eso», relata volviendo a sentir la carne de gallina. «Eso se tiene dentro, es un sentimiento», añade Martín, quien hace hincapié en que «una de las mejores cosas de este trabajo es conocer a más compañeras del sector», menciona mientras saluda a Olga González, de Burgos, con quien ha coincidido en algún viaje por carretera. «Nos vamos conociendo un poco más en estos eventos, y cada vez hay más mujeres en el sector, me encanta ver esto», cuenta la mujer, con 18 años de experiencia al volante.
En su caso, la pasión la lleva en la sangre. «Mi padre y mis tíos eran camioneros, me viene de familia. Veía a mi padre, que llevaba transportes especiales, y quería ser como él», relata. Aunque actualmente González se dedica a la recogida de residuos, tiene como objetivo conducir los mismos tipos de vehículos que su progenitor: «Algún día, es mi meta».
El evento reúne a estos profesionales para hacer piña en un ambiente familiar, mostrando a la ciudadanía su labor y los tipos de vehículos, organizando diversas actividades que abarcan juegos, música, concursos, premios y la habitual 'tronada' de un minuto en homenaje a los camioneros fallecidos en accidentes de tráfico. Aunque también ha contado con la iniciativa WOW (Women on the way) para visibilizar a la mujer en el sector. Y la embajadora es la portuguesa Alexandrina Santos, que se gana la vida con el camión desde hace 24 años. «Es un sueño desde pequeña», apunta. Hace más de tres décadas era difícil ver a una mujer al volante de uno de estos vehículos, pero cada vez es más habitual. «Me siento una mujer realizada, hago un trabajo que me encanta. Cada dificultad para mí es un desafío».
Trabajar en este sector es «complicado», admite Santos. «Para un hombre es difícil, pero para una mujer lo es más. Pasas más tiempo fuera de casa, de los niños... Necesitas que te guste, tiene que ser una pasión. Si no, vas a vivir amargado y no vale la pena», aconseja mientras permite montar en su camión rosa con la imagen de la Pantera Rosa en un lateral a la pequeña Mara, de 3 añitos, que sonríe radiante. Este año hay 170 inscritos, aunque hay quienes se suman sin avisar. «Lo ven y dicen 'yo quiero meter mi camión'», señala Ainhoa Egaña, una de las organizadoras de la cita y camionera desde hace 18 años. Una aventura que comenzó «por bocazas», comenta entre risas. Repartía paquetes en un furgón y un día la requerían para conducir un camión. Tras preguntarla respondió «si me pagas el carnet, me lo saco». Y casi dos décadas después continúa al volante de estos gigantes de la carretera. «A pesar de los inconvenientes que pueda haber, me gusta la libertad que te da la carretera, no es algo rutinario», mantiene esta vecina de Asua (Erandio).
Barakaldo acoge así a camioneros de toda España, Portugal y Francia. Entre ellos se encuentra Carlos de la Rosa, de Gijón (Asturias), al volante de un camión cisterna desde hace 42 años. Una afición que le viene de familia. Incluso tiene relevo. «Mi padre empezó a conducir un camión y, como iba a muchos viajes con él, seguí sus pasos. Mi hijo, de 30 años, también se ha sumado», cuenta. A unos metros de él, Antonio Guerrero, de Zaragoza, pone a punto su vehículo. «Mi padre también conducía. Siempre le veía, me crié en el camión y me gusta», admite, a pesar de los riesgos de la carretera. «Te juegas la vida en cada momento, el sueño es muy malo, también están las inclemencias climatológicas... Pero lo demás es bonito, vale la pena si tienes vocación». ¿Qué es lo mejor? «La libertad que te da». Una respuesta en la que coinciden todos los profesionales del sector.
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