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En apenas unos días los trabajadores del autobús urbano de Barakaldo, el Kbus, cumplirán un año desde que se echaron a las calles sumando movilizaciones y jornadas de huelga para solicitar mejoras en el servicio y en las condiciones, además de la actualización del contrato. Tras todo ese tiempo, y después de varias infructuosas reuniones, los conductores han calificado la situación como «insostenible», y se han lanzado a pedir al Ayuntamiento fabril la rescisión del contrato con la empresa Transitia.
La plantilla, que ha denunciado en varias ocasiones ser la que peores condiciones laborales tiene «de todo el transporte público de Bizkaia», considera que romper este acuerdo es «el único paso viable» para tratar de desatascar el problema, descartada ya la modificación de los pliegos. Y más teniendo en cuenta que incluso la propia empresa, «en pérdidas», según apuntan los trabajadores, también ha solicitado dar por finalizado el contrato, al que le restan aún siete años de vigencia, al no tener margen económico para abordar las peticiones de los conductores.
Según ha podido saber este periódico, el Ayuntamiento de Barakaldo ha visto con buenos ojos esta petición y de hecho en una reciente reunión con la parte sindical el Consistorio ha asegurado que es algo que están ya estudiando sus propios servicios jurídicos, pero para que eso se convierta en realidad han pedido «tiempo». «Es algo que compete a cinco áreas y se están analizando las opciones y los ejemplos de otros servicios técnicos donde se ha llevado a cabo una rescisión», explican.
Los trabajadores, por su parte, instan a que se tome la decisión «lo más rápido posible», recordando que ya vienen reclamando medidas desde hace un año, sin lograr llegar a ningún acuerdo. «Por fin se reconoce que faltó dinero en la licitación para el servicio», remarca Gaizka Miguel, portavoz del sindicato ELA, quien señala que en la reunión con el Ayuntamiento también se le pidió la firma de un convenio, «inminente», para satisfacer las demandas actuales de la plantilla y «a futuro, para que ya estén recogidas antes de que se lancen unos nuevos pliegos».
La huelga, que sin haber sido declarada indefinida en la práctica lo es, ya que se están prorrogando los paros de 24 horas de lunes a viernes a medida que avanzan las semanas, desde el pasado 8 de enero, podría darse por finalizada si el Consistorio fabril decide firmar pronto el convenio. De no ser así, los servicios mínimos del 30%, que suponen quintuplicar la espera de los usuarios, o contar solo con dos autobuses durante todo el día en la línea que conecta Cadagua y Castrejana con el hospital de Cruces, se mantendrán hasta que se consiga una acción que logre desatascar el conflicto.
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