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Varias de las mujeres sin hogar que en los últimos días habían dormido bajo techo en el albergue femenino para personas sin recursos en Barakaldo, situado en el barrio de Rontegi, pernoctarán a partir de este sábado 1 de julio de nuevo en las calles de la localidad. Esto es debido al cierre del centro municipal específico para ellas, por falta de presupuesto, y a la negativa a compartir espacio con hombres en el albergue de Lasesarre.
Una situación que denunció este viernes la plataforma contra la exclusión y por los derechos sociales, Berri-Otxoak, junto con Argitan, el centro asesor de la mujer en la localidad fabril, y que viene dada por la inexistencia de fondos previstos por parte del Ayuntamiento en la pasada legislatura para mantener este servicio en marcha. El actual equipo de gobierno declara a este periódico que se encuentra analizando con los técnicos «posibles alternativas» para ponerlo de nuevo a funcionar.
Este albergue específico para mujeres tiene una capacidad de siete plazas (seis, más una de emergencia), y según indica Berri-Otxoak esta misma semana estaba siendo usado por cuatro chicas. Fue un recurso que se puso en marcha en Rontegi en 2019 como refuerzo invernal al centro nocturno para personas sin hogar de Lasesarre, pero quienes llevan a cabo su gestión directa, la asociación Goiztiri, reclamó mantenerlo abierto durante todo el año, lo que se ha conseguido gracias a las medidas establecidas en pandemia y a las subvenciones del Gobierno vasco. «El 1 de diciembre se acabaron esas ayudas y pasamos a tener el refuerzo del Ayuntamiento para el invierno, pero ya nos dijeron que no había más dinero para alargarlo más allá del 30 de junio», cuenta Santi Martínez, responsable del área de personas sin hogar en Goiztiri.
Tampoco hay más fondos para mantener el equipo de educadores de calle, compuesto por cuatro personas, dedicadas a recorrer la urbe para localizar a gente sin hogar y conocer sus necesidades. En los últimos tres meses había recibido financiación municipal, por los presupuestos participativo. En total, contando una educadora social y las dos monitoras que acompañaban a las mujeres de noche, han perdido su trabajo siete trabajadores.
Por esta situación han elevado su queja tanto EH Bildu como el grupo independiente Barakaldoko Ahotsak. «El albergue de Lasesarre solo está pensado para hombres, allí las mujeres no tienen intimidad ni espacio propio. Algunas han sufrido agresiones machistas en la calle y prefieren tener un espacio más seguro», destacan desde Berri-Otxoak, palabras que también comparten desde Goizitiri. «Las mujeres deberían tener un servicio especializado de atención. A muchas las hemos ayudado a salir del 'sinhogarismo'. En el momento en el que entran en espacios masculinizados no se sienten a gusto y muchas nos han dicho que prefieren estar en la calle», advierten.
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