De Barakaldo a Cabo Verde para cuidar la salud de los más pequeños

Se encuentra en una zona eminentemente turística, y al frente del mismo está la doctora Manuela Santos Lima, quien previamente se formó en el centro de salud de la localidad fabril. Todo ello para aprender el proceso y los protocolos que se llevan a cabo en Osakidetza, y poder implantar luego, a 3.500 kilómetros de distancia, un programa infantil similar al que posee el Servicio Vasco de Salud, que permite revisiones y consultas habituales sin tener que esperar a sufrir un cuadro agudo y estar al borde del ingreso hospitalario.

La doctora Santos Lima estuvo acompañada en Barakaldo en todo momento por la pediatra Amaia Arbeloa, miembro de la ONG África Avanza, organización que está detrás de este centro solidario y que posee un convenio de colaboración con la OSI Barakaldo-Sestao. Un proyecto que en sus primeros meses de vida ha obtenido una gran acogida en la región. Tal y como apuntan a este periódico, suman ya más de 1.300 consultas, siendo los diagnósticos más comunes las enfermedades infecciosas y parasitarias, los problemas respiratorios y las enfermedades de la piel. Atienden al día a una veintena de niños, y la gran mayoría de las citas, desde el inicio, están siendo programadas.

Según explica Arbeloa, el consultorio, que cuenta también con una auxiliar, está ubicado en un centro comunitario llamado Châ Matías, un espacio para niños en riesgo de exclusión social, en un país en el que no existen programas sanitarios dirigidos a los menores. «El trabajo allí enfoca sus esfuerzos en atender a familias con baja capacidad económica porque las que tienen dinero pueden acudir a una consulta privada, y allí el sistema de salud público es muy flojo», declara.

Además de los cuidados y las consultas habituales, en este lugar también realizan charlas en las que abordan distintos temas como la discapacidad. Y es que el consultorio está muy orientado a la prevención y a la promoción de la salud. En cuanto a la gestión, un pediatra jubilado ha ayudado en este proyecto para poder poner en marcha allí un registro informático, que a través de un software permite registrar la historia clínica de cada uno de los pacientes con posibilidad de sacar estadísticas y hacer estudios. Algo impensable hasta el momento en un centro de estas características en el país africano.

La relación de este espacio en Cabo Verde y del ambulatorio de Barakaldo es constante. La pediatra Amaia Arbeloa cuenta que tienen un grupo de Whatsapp y que todas las semanas realizan reuniones telemáticas. «Manuela nos presenta casos clínicos y dudas que pueda tener, y si los podemos resolver desde aquí le ayudamos, teniendo siempre en cuenta los recursos con los que cuenta ella», declara. Desde la ONG África Avanza tienen previsto replicar este proyecto en otra isla del país africano, Boa Vista, donde el sistema sanitario está mucho menos desarrollado que en Isla de Sal.