Barakaldo atrae a nuevos talentos hacia la ciencia y la innovación

El camino laboral a seguir en un futuro es una decisión importante que tomar. Sobre todo para los adolescentes. A temprana edad muchos de ellos todavía no saben a qué quieren dedicarse, tienen dudas o manejan varias alternativas sin tener una vía clara. ¿Me gustará esa profesión? ¿Tendrá futuro? ¿Conseguiré trabajo fácilmente? Estas son las preguntas más frecuentes que se hacen los jóvenes sobre su futuro; uno en el que la innovación y la tecnología gana cada vez más presencia. Por ello, Barakaldo ha acogido una jornada de orientación para dar a conocer las diversas profesiones vinculadas a la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM).

«En este sector puedes encontrar un abanico muy grande. Ciencia, enseñanza, investigación, ámbito empresarial...», señala a los alumnos Aritz Irazusta, profesor de automatización y domótica en un centro de formación de Erandio. Antes de ser docente adquirió experiencia en otras competencias, entre ellas en una empresa de ascensores. Por ello ha podido incidir con los chavales en temas como «la toma de decisiones, orientación, dónde trabajar...». Y la respuesta ha sido favorable. «Me ha sorprendido que los alumnos parecen tener bastante claro por dónde quiere que vaya su vida laboral. Quieren ser ingenieros, mecánicos, bomberos, abogados, criminólogos... Un poco de todo».

El evento, que ha contado con la participación de más de sesenta alumnos de 4º de ESO de cuatro centros educativos de Barakaldo (Nicolás Larburu, San Juan Bosco, Antonio Trueba y Jesús María) ha consistido en unos encuentros de quince minutos entre estudiantes y profesionales que han charlado sobre motivaciones, retos e inquietudes. «Más o menos sé qué estudiar, aunque tengo dudas, quizá mecánica o algo así. Pero hoy me ha llamado la atención la informática», afirma Arketza Ramos, de 14 años, a quien esta iniciativa le ha resultado «necesaria porque no solemos tener claro lo que queremos hacer a esta edad. Algunos se toman un año para pensarlo y es una pérdida de tiempo».

Una iniciativa «muy valiosa porque nos han aclarado muchas dudas», explica Nahia Martínez, de 15 años, que ha preguntado a los profesionales cómo han sabido que su elección ha sido la acertada. «Si tienes dudas, hay que probar. Si te gusta, has acertado; si no, puedes cambiar de profesión. Nunca es tarde para cambiar». Esta es la lección que más le ha gustado a la joven. «Me han dicho que elija lo que más me gusta y no me deje influenciar por nadie». En su caso, lo tiene claro. Quiere ser profesora. Su compañero Raúl Torres tampoco tiene dudas. Estudiará filología vasca. «Me gusta mucho el euskera. De pequeño no se me daba bien pero aprendí con mi padre y adquirí mucho conocimiento, ahora se me da bastante bien». Al igual que Nahia, quiere estudiar algo relacionado con la educación, «magisterio o psicología me parecen muy interesantes».

También ha relatado su experiencia Ainhoa Martín Morante, project manager de economía circular de Alba Emission Free Energy, filial de Petronor que produce materiales de construcción a partir de la valorización de residuos urbanos que se evitan llevar a un vertedero, ganando en eficiencia y sostenibilidad. «Hay chavales que no saben qué estudiar. Es un momento decisivo para ellos y lo importante es que se sientan seguros con lo que elijan, y que estudien algo abierto como el STEM que les permita algún día poder decidir a qué área dedicarse», subraya. «Nos han dado buenos consejos, como seguir nuestros instintos, lo que nos gusta. Y algunos han creado sus propias empresas, eso me parece interesante», afirma Naia Gómez, de 15 años, que quiere ser abogada.

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