Balmaseda repasa su huella en el nacimiento de las Américas

«Me encanta la historia de Balmaseda», reconoce con pasión esta doctora en Historia Moderna y Contemporánea por la Universidad de Deusto, que ha ejercido la docencia. Ella es miembro, entre otras, de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País y de la Federación Española de Historia Moderna, y su tesis ya tuvo como protagonista a la Historia de Balmaseda entre los siglos XVI y XIX. Desde entonces ha publicado otros tres libros vinculados a la historia de la villa y ya planea otro sobre algunos personajes, 'Balmaseda una villa de ilustres'.

'Balmaseda en América', en cuya publicación han colaborado el Ayuntamiento y la Universidad de Deusto, es fruto de tres años de trabajo aunque comenzó a fraguarse durante la elaboración de su tesis doctoral, cuando ya surgieron los primeros nombres vinculados a la historia moderna del continente, y se vio reforzado después de que la autora recibiera acceso al Archivo General de Indias en Sevilla donde pudo contrastar y profundizar en los datos.

«Cuando comenzaron los viajes a América Balmaseda era muy rica. Tenía unos 600 habitantes, pero celebraba dos mercados semanales y tenía una aduana y varias ferrerías», recuerda la historiadora, quien apunta que en aquella época una buena posición no estaba reñido con emprender, sino que muchas veces animaba más a la búsqueda de nuevas empresas.

Los balmasedanos que repasa el libro abarcan las distintas épocas de la aventura colonial al otro lado del océano. Algunos nombres más recientes, como el de Martín Mendia, se han ganado la posteridad y están presentes en las calles y estatuas de la villa por sus generosas contribuciones al municipio. Otros, quizás menos conocidos en Las Encartaciones, son populares en México. Es el caso, por ejemplo, de Esteban de Antuñano, criollo hijo de balmasedanos, y fundador de la moderna industria textil mexicana y que estableció el Monasterio de Las Nazarenas en Lima, donde actualmente se registra una de las procesiones más multitudinarias de América, la del Cristo de los Milagros.

Hay más protagonistas, como Joaquín de Asúnsolo, que fue gobernador de Chile a finales del XVIII, Juan de la Granja que introdujo el telégrafo en México o Severino de Manzaneda, que fundó la ciudad y el fuerte de Matanzas en Cuba en 1963, y que fue Gobernador de la isla. «Hay muchos nombres, y creo que la gente no los conoce», lamentó Gómez.