El alcalde de Zalla pide perdón por dos carreras con burros en fiestas

En un comunicado, el colectivo destacó que con la entrada en vigor de la Ley de protección de los animales del País Vasco, este tipo de carreras «están prohibidas», ya que no se permiten los espectáculos y las actividades recreativas de carácter itinerante que incluyan la presencia de animales y tampoco los que no tengan sus propios reglamentos, como es el caso. Haiekin también ha explicado que «hay que tener en cuenta las implicaciones de este tipo de eventos». «Los burros no son proclives a correr, como mucho, trotan, pero no galopan, por lo que, de forma general, en estas carreras se abusa de su condición física, forzando a estos animales a ejecutar acciones y comportamientos que contravienen su etología».

El alcalde de la localidad, Unai Diago, en declaraciones a Radio Euskadi, ha pedido disculpas por todo lo ocurrido. «Es posible que hayamos tenido un error pero no creo que esté en el ánimo de nadie en Zalla el maltratar, hacer sufrir, estresar o vejar a un animal como el burro y menos aquí donde hay personas que llevan muchos años velando por evitar que se extinga la raza del burro encartado, tratando de mantener su presencia en nuestro entorno como un símbolo importante de la vida del caserío vasco tradicional», ha afirmado, pidiendo perdón «si se ha incurrido en alguna falta».

Desde la asociación animalista han denunciado que en una de las carreras se pudo observar como los burros fueron «golpeados» para que corrieran, «llevando uno de los burros y un caballo sus colas atadas a las riendas de otro burro». «No es solo que no pueden mover la cola, sino que esta sujeción actúa también como tracción en la movilidad de otro animal. La cola de los equinos tiene terminaciones nerviosas y desempeña funciones esenciales tanto en su comunicación como en su bienestar, pero además es parte de su columna vertebral, que como sucede con humanos, cumple con la función de proteger el sistema nervioso central. Es decir, una lesión de columna implica consecuencias graves», han resaltado. En la otra carrera que se celebró han afirmado que se produjeron, «en una demostración de brutalidad», «golpes, empujones y gritos», obligando además a los burros a competir caminando hacia atrás.