3.650 multas en Muskiz: «El radar no tiene afán recaudatorio, pero si la gente no cumple hay que sancionar»

Para evitarlo, y por indicación de la Policía Local, se instalaron los radares, pero son muchos los vehículos que todavía se saltan los semáforos en rojo. Tantos, que las multas han incrementado el Presupuesto de Muskiz para este año en alrededor de 700.000 euros. Pero la alcaldesa, Ainara Leiba, insiste: «No lo pusimos por capricho. No tiene afán recaudatorio, pero si la gente no cumple hay que sancionar».

De hecho, el pasado ejercicio, desde agosto hasta diciembre -es decir, cinco meses, se pusieron 3.321 multas efectivas. Este pasado enero, mes en el que se detectó un ligero descenso de las infracciones, fueron 338. A falta de los datos de febrero, en total, desde su puesta en marcha se han contabilizado 3.659 sanciones. ¿Cuál es el castigo por saltarse el semáforo en rojo? Una sanción de 200 euros y una reducción de cuatro puntos en el carnet de conducir. «Es una infracción grave», recalca la regidora.

Según los datos que maneja la Policía Local, «solo el 6,6%» de los infractores son vecinos del municipio minero, un dato que destaca Leiba. Es decir, la inmensa mayoría de los conductores que se saltan los semáforos procede de otras localidades. «La gente cruza en rojo porque el semáforo tarda mucho en cambiar, a veces hasta dos minutos. Se impacientan y claro, luego viene la multa», señalaba Pedro, residente en el barrio de El Crucero, a quien le pusieron una multa «al principio, pero me la quitaron porque en ese momento estaba en pruebas». Y es que en agosto se llevó a cabo una campaña de concienciación durante quince días, donde se informaba sobre el funcionamiento de los radares y se enviaba la 'multa' a casa siendo en realidad un aviso para sensibilizar sobre la gravedad de la infracción.

«Pero mucha gente todavía se lo salta», alega José Carlos, otro vecino de Muskiz con el pan bajo el brazo. «La gente al principio se lo tomaba un poco a cachondeo, pero en cuanto llegaron las primeras sanciones, comenzó a pensárselo más. Ahora parece que se están concienciando. Antes, estando los coches parados con el semáforo en rojo, venían otros y adelantaban a los de la fila», explica este jubilado, quien destaca que desde que se puso el radar las incidencias han bajado, «así que es algo positivo».

La alcaldesa reconoce su asombro por el alto número de multas interpuestas por el dispositivo, pese a esa campaña de sensibilización, la señalización y el periodo de gracia en el que se informó a los infractores sin sancionarles. ¿Maneja el equipo de gobierno otras vías para evitar que se siga repitiendo esta situación? Ahí entra el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que «está en ciernes», para adoptar las medidas oportunas, como la posibilidad de incluir una rotonda, aunque todo está sin definir.

Además, dentro del PGOU se contempla una de las medidas ya contenidas en el Plan Territorial Sectorial (PTS) de carreteras. Se trata de una variante que iría desde Las Carreras hasta Sopuerta por el monte, como el corredor del Cadagua, para descongestionar el tráfico que llega de Las Encartaciones. Una iniciativa que «todavía está en estudio», adelanta Leiba.