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josé Domínguez
Martes, 14 de marzo 2017, 11:59
Los Bomberos han tenido que regresar sobre las siete de la mañana al edificio de Sestao que el pasado domingo sufrió un incendio, debido a que se había reavivado el fuego. La intervención ha sido rápida ya que una hora después, según ha ... informado el Ayuntamiento, las llamas han sido sofocadas. El fuego ha obligado a desalojar durante unos minutos a los inquilinos del edificio contiguo.
Los 68 vecinos del inmueble del número 80 de la Gran Vía de Sestao que fueron desalojados han pasado la noche en pensiones y hoteles de Portugalete en régimen de pensión completa, alojados por el Ayuntamiento y, según ha precisado el Consistorio, están en conversaciones con Diputación y Gobierno vasco para buscar soluciones.
«Acabé de pagar la hipoteca en febrero, y ahora ¿qué voy a hacer», se lamentaba ayer con la voz quebrada una de las vecinas afectadas por el incendio en un inmueble de Sestao. «Como yo, muchos», aseguraba. Y no se equivocaba: otra vecina había comprado el piso hacía un mes. «Está destrozada», afirmaba una amiga. Un tercero se enteró cuando estaba en Madrid: «Así que hemos pasado la noche en el frontón... con frío».
A lo largo de esta jornada, está previsto que se abra una ficha social a todos los afectados para conocer sus necesidades, tanto de vivienda como de otro índole. En relación al estado del edificio, que esta tarde será visitado por el consejero de Vivienda, Iñaki Arriola, el Ayuntamiento ha indicado que todavía desconocen si tendrá que ser derribado.
Graves daños en la estructura
El alcalde de Sestao, Josu Bergara, confirmó ayer lo que ya barruntaba el domingo. El estado en que ha quedado el edificio es muy delicado. Demasiado. Ha sufrido excesivos daños debido al voraz incendio que arrasó sus dos últimas plantas y las grandes cantidades de agua vertidas para apagarlo sobre una estructura de madera con más de cien años de antigüedad. La situación es tan preocupante que habrá que adoptar «medidas excepcionales», entre las que la opción del derribo cuenta con muchos enteros, según reconoció el propio edil. La otra, en el mejor de los casos, pasa por una rehabilitación que «no será fácil».
Bergara, de todos modos, aseguró que todavía «es pronto para hablar» del futuro del inmueble y abogó por esperar a los informes que elaboren el Ayuntamiento y los Bomberos antes de tomar una decisión «complicada». Entretanto, el arquitecto municipal ya ha dado orden de desescombrar los restos del incendio y de adoptar medidas para evitar desprendimientos de cascotes en la vía pública, sobre todo en la fachada trasera, «la más afectada». La primera será «proteger el perímetro» con un vallado en las zonas donde se presuman más riesgos.
El alcalde garantizó que todo este proceso se articulará de forma coordinada con los vecinos, «a los que acompañaremos en todo momento». También en estas negociaciones se contará con los seguros de los inmuebles, aunque el regidor reconoció que alguno de los 41 pisos del bloque no lo tiene: «La comunidad sí que cuenta con su propia póliza y eso es muy importante».
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