El derbi de la desigualdad

Por tanto, los componentes sentimentales de estas citas deportivas quedarán en un segundo plano, sobre todo para el cuadro marinero, que afronta el encuentro muy necesitado. «Tenemos que ganar sí o sí. Otros años sería un partido diferente, pero en esta ocasión nos da igual el rival que sea. Tenemos claro que hasta mayo lo que nos quedan son finales», señaló ayer a este periódico el técnico santurtziarra, Matías Carrascosa. La escuadra morada no atraviesa por su mejor momento anímico: la plantilla está «tocada, pero no hundida», advierte el míster. Y a nivel de juego, el rendimiento no ha sido tan catastrófico como refleja la tabla.

«Hemos competido bien, aunque hay errores que corregir. Somos muy blandos atrás y nos está penalizando la falta de acierto», admite sin tapujos el preparador vizcaíno. En el Santurtzi consideran que «aún hay tiempo de remontar posiciones», pero para ello se antoja fundamental empezar a puntuar ante su rival por excelencia. «Hasta que no acabe la primera vuelta, la tabla no va a ser determinante», defiende Carrascosa. Sus pupilos tratarán de emplearse a fondo ante un adversario que «no presenta ningún punto débil. En todas las líneas son fuertes. Me preocupa todo del Zierbena. Son una referencia en Bizkaia y en el País Vasco. Tienen una plantilla bestial», admite el míster.

Abrir la lata

Los galipos atraviesan por un momento dulce. Segundos, sólo han cedido un punto y son los menos goleados. Los de Mikel Larrea saltarán dispuestos a abrir la lata. En palabras del técnico, «el que vaya por detrás tendrá más urgencias y cometerá más errores». Además, espera un «partido muy trabado». En el capítulo de bajas, no podrá contar con Adri y Edu, mientras que David Ruiz es duda. En el Santurtzi notarán la falta del ala-cierre Jorge Arenal.