Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
ruth quevedo
Sábado, 14 de mayo 2016, 17:59
La larga travesía en el desierto protagonizada por Verónica y José Ignacio está un poco más cerca de llegar a buen puerto y lograr el objetivo de tener un hogar que cubra las necesidades mínimas de esta familia, que fue desahuciada de un piso de ... alquiler en Ortuella. El matrimonio vizcaíno, carente de ingresos y ayuda institucional en los últimos tiempos, ha conseguido finalmente empadronarse en la vieja nave abandonada donde sobrevive desde hace diez meses, en Trapagaran.
Fue este viernes. «Eran las 12.50 horas e hizo falta mucho asesoramiento». De hecho, explica Xabier Cuellar, alcalde de la localidad, «hemos tenido que modificar el sistema informático, trabajando con las indicaciones de los especialistas de Biscaytik, para empadronar a estos vecinos en suelo industrial a través del área de Bienestar Social». Una cuestión que no es baladí, ya que su inscripción en el censo es «la puerta de entrada» al abanico de prestaciones disponibles. «Voluntad hemos tenido», valoró el regidor.
De forma paralela, los servicios sociales de Trapagaran y Ortuella, el pueblo natal del hombre y donde ambos residieron varios años, se afanan en la elaboración de sus respectivos informes con el fin de que el dictamen técnico facilite el acceso de los afectados a un techo en condiciones dignas. Después de que la pareja, que cuenta con una criatura de dos años al cargo de la Diputación, decidiese hacer pública su difícil situación a través de EL CORREO, el regidor de Trapagaran recibió la llamada del consejero de Empleo y Políticas Sociales, Ángel Toña, para contactar conjuntamente con la responsable de Vivienda, Covadonga Solaguren, pues, según coincidieron ambas entidades, «hemos estado intentando arbitrar una solución a través de la viceconsejería desde el primer momento». De este modo, «estamos haciendo la tramitación para que se les adjudique una vivienda social, aunque todavía no hay un plazo estipulado», manifestó Cuéllar.
Igualmente, las administraciones han acordado coordinarse con el departamento foral de Empleo, Inclusión Social e Igualdad, encabezado por Teresa Laespada, que fue la primera en levantar el teléfono «para interesarse por el lado humano de este caso y ofrecer su colaboración». En aquel momento, un portavoz foral autorizado reiteró que siempre que los servicios municipales de base «nos deriven el expediente, empezaríamos a trabajar con ellos en programas destinados a situaciones de alta exclusión social, que ofrecen, entre otros muchos recursos, la posibilidad de entrar en pisos de acogida o programas de inserción».
«Somos ciudadanos reales»
Por su parte, Verónica y José Ignacio se reunieron este viernes con el alcalde de Trapagaran a las 10.30 horas, antes de celebrar una rueda de prensa a las puertas del Consistorio minero. Allí, la mujer, natural de Zorroza, repasó las vicisitudes sufridas en los últimos tiempos para concluir que «somos ciudadanos reales, puesto que hay más gente en esta misma tesitura». No obstante, el testimonio de la pareja choca frontalmente con la versión del Ayuntamiento, ya que el matrimonio declaró anteriormente que los servicios sociales del pueblo «nos dijeron hace meses que no nos podían ayudar al no estar empadronados aquí», mientras que la jefatura del área rechazó esas afirmaciones.
En esta misma línea, fuentes municipales de Trapagaran y Ortuella recordaron que la familia percibió en esta última localidad «ayudas de máxima necesidad que deberían haber dedicado al alquiler del piso donde residió». Sin embargo, Verónica y José Ignacio fueron desalojados «por no pagar la renta». Además, «ambos cobraron la RGI en Trapagaran hasta 2015, pero la perdieron al no acudir a las citas de Lanbide».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.