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TXEMA IZAGIRRE
GETXO.
Sábado, 20 de octubre 2018, 02:00
El 11 de mayo se desalojó a las tres hermanas que gestionaban La Cantina, un histórico comercio de Neguri que durante tres generaciones -lo abrieron sus abuelos en 1937- había estado ubicado en los bajos de la antigua estación. El motivo era el mal estado del edificio. Les obligaban a cerrar el negocio y salir de allí ante el riesgo existente por el evidente deterioro de un edificio histórico cuya propiedad recayó hace más de un año en manos de Eusko Trenbide Sarea. Esta entidad dependiente del Gobierno vasco garantizó su rehabilitación, lo valló y colocó un andamio. Pero aún no ha acometido su consolidación, algo que genera un notable malestar entre los vecinos de este barrio getxotarra.
«Es una vergüenza y un peligro. Hay niños que se cuelan por debajo de la valla para jugar. Y los mayores, cuando lo vemos así, sentimos un sentimiento de tristeza», explica una vecina del barrio. Ella es una de las personas que promueven una recogida de firmas para reclamar la mejora de un elemento que es memoria viva del barrio. Su idea es presentar las rúbricas a las instituciones para que les den una solución. «Queremos mostrar el malestar del vecindario y poder presionar, de buenas maneras, para que se rehabilite este edificio tan nuestro».
El de la antigua estación de Neguri es un inmueble protegido. Junto al de Plentzia, ya rehabilitado, son los dos únicos vestigios de un pasado ferroviario en Getxo y Uribe Kosta. Fuentes de Eusko Trenbide Sareak aseguran que «se hará lo más conveniente para asegurarlo de forma definitiva y garantizar la estabilidad de la estructura».
Sin embargo los meses corren y todo sigue deteriorándose. «Es un edificio que está en una zona baja, a la altura de la vía de la antigua estación. Por eso hay humedades y crecen plantas y musgo», comenta otra vecina. Temen los residentes que el abandono persista y reclaman «arreglarlo o tirarlo de una vez porque esto es intolerable», añade otro vecino.
La pretensión es que el pequeño inmueble que ocupa 83 metros cuadrados en su planta baja y 52 en el primer piso, se recupere para usos públicos del vecindario. «Podrían habilitar una biblioteca o un lugar de reunión para los vecinos», plantea otro residente. El PP ya ha presentado mociones al respecto para que se recupere con fines públicos. Y otros partidos se han quejado porque ETS se dio prisa por requerir al Ayuntamiento de Getxo que se procediese al desalojo del edificio, pero ni dio solución a las mujeres que los explotaban, ni se ha dado prisa en arrancar de una vez con su recuperación.
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