Vecinos de Getxo reclaman acabar con el descontrol del 'bronx' en las paellas

La agrupación vecinal Andramari Kortiñe ha remitido una carta al Ayuntamiento en la que solicita que elabore, como recomendó el Ararteko, una «ordenanza municipal» que regule la celebración y, sobre todo, el tinglado que se monta en la fiesta paralela, en la conocida como el 'Bronx', donde los jóvenes levantan decenas de casetas de madera y cemento por las que corren litros de alcohol.

Además, dos vecinos a titulo personal ratificaron el jueves en el juzgado la denuncia que interpusieron el año pasado en la comisaría de la Ertzaintza por un delito medioambiental. La Fiscalía abrió diligencias en 2022 para analizar si existía una infracción del Ayuntamiento por permitir levantar edificaciones en una zona verde «protegida», pero se archivó.

Los residentes recuerdan que «en enero nos pusimos en contacto con el Consistorio y no hemos recibido contestación alguna» por parte de la institución. El grupo municipal de EH Bildu solicitó esta misma semana al equipo de gobierno que «conteste a los vecinos», a lo que la concejala de Urbanismo, Janire Ocio, aseguró que «llegada a esta época del año solemos realizar una reunión multidisciplinar con los técnicos de diversas áreas y ahí se determinarán las medidas a concretar en los ámbitos de sostenibilidad, seguridad... Cuando estén acordadas se comunicará como en otros años».

«El Ayuntamiento no está dispuesto a regular este asunto, a sancionar, todo son buenas palabras, pero no hacen nada», lamentan los vecinos. Insisten en que siguen sufriendo las consecuencias, a pesar de que el año pasado el Consistorio blindó el pinar para que no se levantasen edificaciones y prohibió el uso de cemento. «Todavía hay materiales de construcción entre los matorrales y existen agujeros de enormes dimensiones que los chavales utilizan como improvisadas neveras donde colocan las bolsas de hielos», revelan.

Getxoko auzokideok añade que «llevamos diez años denunciando los daños en una zona de mejora ambiental que debía protegerse». Y lamentan que el año pasado «se utilizó poliuretano, que es más contaminante».

Los residentes recuerdan que el Defensor del Pueblo vasco, Manu Lezertua, hizo un informe exhaustivo. «Sabemos que es una recomendación, pero incidió en cosas importantes, como que se levanten edificaciones sin licencia de obra y la venta de alcohol, sin ningún permiso, incluso a menores», apuntan. «El Ayuntamiento no especifica las medidas concretas que va a llevar a cabo. Queremos saber cuáles son», insisten los residentes. «Consideramos que la respuesta es vaga, han pasado varios meses, por lo que queremos que se nos conteste», reclaman.

Recuerdan que «no estamos en contra del concurso, pero se debe hacer de otra forma». Piden que «se identifique a un responsable por caseta para que luego vayan a recoger lo que dejan. Es cierto que algunos limpian, pero son los menos, un 5%, al día siguiente se puede encontrar de todo: frigoríficos, sofás, arcones, sillas...». Requieren que el Ayuntamiento detalle por escrito cómo se «protegerá las zonas de bosque y cómo se garantizará que no se usan materiales que no contaminen».