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Los esfuerzos que está realizando el Ayuntamiento de Getxo en los últimos días y la vigilancia de la Policía Local para que no se monten casetas en la zona del pinar protegido de Aixerrota no está obteniendo los resultados esperados. O eso sostienen los residentes de la zona. A nueve días de que el municipio celebre una de sus citas festivas más emblemáticas, el concurso de paellas, Getxoko Auzokideok y Andra mari Kortiñe, los dos colectivos vecinales que vigilan concienzudamente el lugar para que no se cometa ninguna tropelía, denunciaron ayer que «estamos igual que siempre, no nos hacen ni caso».
Según relataron, «este fin de semana han talado el primer pino en la zona protegida». «Se han puesto a desbrozar una parcela y debe de ser que no les gustaba que quedase el árbol en medio y lo han matado a hachazos. Es una sinrazón lo que sucede en estas fiestas», lamentaron las mismas fuentes. «Y lo peor es que esto irá a más», temieron. «Tuvimos que llamar a la Policía Municipal para que tomase nota. Aunque han adelantado la zona acordonada, es a todas luces insuficiente, porque vemos cómo hay cuadrillas que salvan el precinto introduciéndose en la zona por caminos alternativos. No sirve de nada la protección que se está dando desde el Consistorio, ya que además de este pino detrozado hay muchos otros con clavos y cuerdas», criticaron.
A la Guardia Urbana que invetiga lo sucedido le han notificado lo ocurrido, así como «nuestras quejas por la insuficiente protección del bosque y arbolado. Se están volviendo a repetir los episodios de ediciones anteriores. Aunque de momento parece que hay menos cemento, habrá que ver qué deriva toma el asunto en próximos días, porque en cuanto uno lo pone, el resto le sigue. El Ayuntamiento recomienda que no se utilice, pero no establece por escrito su prohibición, tal y como le hemos pedido nosotros y el Ararteko», dijeron.
Desde los dos grupos vecinales alertaron de que algunas cuadrillas acuden a la campa a llevar el material en vehículos. «No hablamos del personal de seguridad, sino de grupos que no tienen ningún reparo y los meten hasta dentro», aseguraron los residentes. Además, adviertieron de «agujeros como bañeras en el suelo, excavaciones que afectan a las especies que allí habitan y a cualquiera que pasea por la zona».
En la zona oficial, sin embargo, el guión se cumplió a rajatabla este pasado fin de semana. El sábado por la mañana, Itxas Argia, organizadora del evento gastronómico, instaló con la ayuda de decenas de voluntarios los tubos de los 380 toldos que se distribuirán a lo largo y ancho de la campa. Ajenos a la polémica que se repite cada año por el «descontrol» del 'bronx', preparan la zona para el certamen paellero más antiguo del territorio, una tradición que este año cumplirá 68 ediciones. Las tarifas se mantienen un año más en 120 euros por toldo y la mitad para medio.
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