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helena rodríguez
BILBAO
Lunes, 18 de febrero 2019, 16:50
Pintarrajeados, sin combustible y con un equipo de radio-dvd menos. Así amanecieron dos minibuses de la compañía Soleto que estaban estacionados en el polígono Berreteaga de Sondika. Allí es donde aparca la empresa su flota: los grandes, en la nave; y los ... más pequeños, en la calle. Félix, uno de sus responsables, no podía ocultar esta mañana su indignación. «Nosotros prestamos un servicio público, así que más allá del daño que nos hacen a nosotros, está el que causan a los ciudadanos», lamenta.
El ataque de produjo de madrugada y en «la parte de la zona industrial donde hay menos visibilidad». Los vándalos mancharon a conciencia los dos transportes. No solo los laterales, sino también las lunas, un hecho que agrava los daños y el coste de su solución. «Con la carrocería grafiteada podemos circular, pero sin visibilidad y con los catadióptricos afectados, pues no», detalla Soleto.
Limpiarlo no será fácil. «De momento lo estamos intentado por nuestros propios medios, con acetona, disolventes y agua a presión, pero esto puede afectar a la pintura y a las lunas que es lo más preocupante», reconoce. Si tuvieran que repintar, el presupuesto oscilaría entre 3.000 y 4.000 euros. Si hubiera que añadir un cambio de lunas, la cosa se dispararía.
Los desperfectos en Autobuses Soleto correrán a cargo de la firma dado que no disponen de seguro a todo riesgo. «Solo tenemos a terceros y el otro tampoco garantizaría nada porque se trata de un acto vandálico y no lo suelen cubrir. Además de que resulta costosísimo, hay aseguradoras que no los hacen», argumenta Félix Soleto.
Aunque los hechos han sido denunciados ante la Ertzaintza, en la empresa de transporte tienen pocas esperanzas de localizar a los autores y, en todo caso, que paguen por ello. «Los agentes nos dicen que es muy complicado y, en caso de que los localicen, entre los vacíos legales y que esta gente se las sabe todas, pues...», admite con una mezcla de resignación y rabia. «Es que estamos indefensos ante estas cosas y no es justo», proclama.
La firma dispone de cámaras de vigilancia, pero «por ley» solo pueden filmar el entorno de la puerta. Dado que los minibuses estaban en la calle «no hay imágenes porque esa parte no se puede grabar», cuenta el empresario al que hay algo que le llama especialmente la atención. «Los grafiteros no suelen robar pero en nuestro caso se han llevado gasoil y el equipo... es raro», matiza. Es consciente, pese a todo, de que a parte de la denuncia, poco más les queda que recurrir a hacer público su caso.
A lo largo de la mañana han recibido numerosos apoyos en sus redes sociales, entre ellos de varios responsables del Bilbao Basket, equipo que usa Soleto en sus desplazamientos. No son los únicos. También se dedican a llevar escolares y «a muchos críos con problemas a los que recogemos en la puerta de sus casas, de ahí los minibuses». Por fortuna, ninguno ha visto mermado el servicio ya que «al haberse producido el ataque en fin de semana nos ha dado margen de actuación». «Llega a ser esta madrugada y las cosas serían más graves», reconoce Félix Soleto.
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