Sopela traza las bases de un posible centro comercial de 2.000 metros cuadrados

El proyecto cuenta con 3.000 metros cuadrados de terreno para llevar a cabo la obra. Eso sí, no se utilizarán todos. Según el Estudio de Detalle aprobado en el último pleno municipal, para la construcción del edificio se aprovecharán 2.000 metros cuadrados de la parcela, quedando el resto libre. Del total de la superficie construida, 800 metros cuadrados estarían como máximo destinados a un supermercado, por lo que serán los propietarios quienes decidirán la distribución del resto de espacio disponible entre otros comercios.

Este primer 'dibujo', además, permite también conocer que la infraestructura estará dividida en dos plantas, a las que se sumará un parking subterráneo con capacidad para 95 vehículos. Alejada del núcleo urbano, los trabajos se acometerán sobre la parcela ubicada junto a la rotonda que desvía el tráfico hacia Sopela y que permite continuar el camino hacia Barrika, Plentzia y Gorliz. El acceso rodado está trazado a través de la calle Aldeko, la tercera alternativa que ofrece esta glorieta.

En el pleno del pasado jueves se aprobó el Estudio de Detalle presentado por los propietarios del terreno, a esperas de conocer el plan completo que tendrá que ser nuevamente aceptado por la cámara. Y a pesar de que aún nadie conoce las intenciones de los propietarios, en la reunión se cerró la puerta a la instalación de industria ligera, talleres para vehículos, una estación de servicios y un comercio al por mayor.

En este primer paso los grupos políticos -PNV y PSE (8) votaron a favor, DB-TU (1) se abstuvo y EH Bildu y Elkarrekin Podemos (8) lo rechazaron- mostraron puntos de vistas distintos respecto al plan. El equipo de gobierno (PNV y PSE), quien desempató la votación, defiende que «no se puede cambiar el sentido del Plan Especial –es decir, el uso que se le puede dar al terreno- porque sería ilegal», argumentan, sobre una parcela de uso terciario-comercial.

Una postura compartida desde DB-TU, quien asegura que «impedir este primer paso sería prevaricación». Pero quien se abstuvo como «señal de rechazo» al posible proyecto que se plantea ya que, señalan, «desprotegería al comercio de Sopela». Es precisamente el impacto que podría tener esta construcción sobre las tiendas del pueblo lo que preocupa entre los partidos de la oposición, quienes ya han puesto en marcha los mecanismos políticos con los que tratar de frenar su instauración.

Aseguran que esta edificación, además de «dañar al comercio local», también «empujaría al uso del vehículo privado, lo que generaría más tráfico». «¿Necesita Sopela algo así después de conocer los resultados que ha tenido un proyecto parecido en Berango?», cuestionan desde la coalición soberanista. «No ayuda ni a las tiendas del pueblo, ni a la tranquilidad de los vecinos», abundan en su mensaje.

Desde la bancada morada apuntan que «precisamente lo que necesita Sopela es lo contrario, centrar la actividad comercial en el centro para llenarlo nuevamente de vida y no alejar a los vecinos», argumentan. Faltará por conocer en el siguiente paso cuál será, finalmente, el uso que darán los propietarios del terreno al solar.