Sopela retoma el proyecto del acceso al hospital de Urduliz por Olabide

Hay varios proyectos que el equipo de gobierno de Sopela quiere finiquitar antes de que concluya el actual mandato en la primavera del 2019. Uno de ellos es prolongar la calle Olabide y conectarla con el vial que ha construido el vecino Ayuntamiento de Urduliz para dar acceso al Hospital Alfredo Espinosa y a las viviendas que se construirán en la zona de Osteiko -están previstos hasta 762 pisos en este espacio-. Pero este camino llevará a más sitios. El alcalde de Sopela recalca que su construcción es necesaria para proseguir con la ocupación del suelo industrial situado en el extremo este de Olabide. Una zona, esta última, que carece en la actualidad de acceso rodado y donde «cuatro empresas» han trasladado ya al Ayuntamiento su «interés por instalarse allí», explica Gontzal Hermosilla, quien recalca que este será el fin principal del futuro vial.

Aún así el regidor es consciente de que ese tramo de carretera será utilizada también para llegar al centro sanitario, aunque añade que «los que más la usarán serán los coches que vayan a las viviendas previstas en Osteiko», una vez se desarrolle toda esa gran área residencial que incluye el grueso de los pisos en terrenos del vecino municipio de Urduliz.

¿Y cuánto cuesta concluir esta carretera de conexión entre los dos municipios? El Ayuntamiento de Sopela tiene redactado un proyecto que cifra en 420.000 euros la inversión necesaria para completar estos 50 metros de vial. La actuación no es nueva. Ya figuraba recogida en las normas subsidiarias de Sopela de 1998. Hermosilla añade también que durante las pasadas semanas se comenzó a comunicar a los propietarios de los terrenos afectados por est obra de su próxima ocupación para completar esta carretera.

Durante este mandato y el anterior mucho se ha hablado de la incidencia que podía tener en el tráfico que atraviesa la localidad la apertura del hospital comarcal, con capacidad para 148 camas. El estudio realizado por la empresa Urak Bide durante la etapa de EH Bildu en la Alcaldía cifraba en hasta 44.615 los coches que podían pasar al día en algunas jornadas por Sopela hacia Urduliz, y que con la apertura del Alfredo Espinosa este número se iba a incrementar en 3.744 vehículos más. Otros informes reducían esta cifra.

Los conflictos con esta carretera comenzaron en 2014. Fue en los primeros meses de ese año cuando el Ayuntamiento de Urduliz inició los trabajos para dotar de acceso al hospital. Con esta terminología se licitaron aquellas obras. A mediados de aquel ejercicio el Consistorio de Sopela, gobernado entonces por EH Bildu, denunció a su ayuntamiento vecino por invasión de su término municipal. La formación soberanista no compartía tampoco que el grueso del tráfico al hospital atravesase el centro de Sopela.

Tras el cambio de gobierno en primavera de 2015 el actual alcalde retiró la demanda. El proyecto se retomó e incluso se realizó una consulta a una muestra de 400 vecinos en la que los lugareños se mostraban favorables a conectar el vial de Olabide con el que desde Urduliz da acceso a la zona de Osteiko y al hospital. Aunque no todos. Asociaciones vecinales como Susan mostraron su rechazo a esta actuación y se apoyaban en un informe de la Secretaría municipal que tachaba de «ilegal» el dar servicio a un equipamiento sanitario de ámbito comarcal a través de una carretera, la de Olabide, calificada como perteneciente a un sistema local.

Precisamente en esta calle, y con el fin de obligar a los vehículos que la utilizan -más de 5.700 al día- a reducir su velocidad el Ayuntamiento inició el pasado diciembre una serie de obras.