Los radares fijos de Sopela comenzarán a multar este mismo mes

El equipo de gobierno (PNV-PSE) anuncia que será «en unos días» cuando se envíen los partes de tráfico, aunque en esta ocasión, no conllevarán coste económico. Si bien no han confirmado cuántas penalizaciones se han registrado desde la puesta en marcha de los cinemómetros, en noviembre, aluden que las multas servirán de aviso para que los conductores sean conscientes de que «han sido cazados».

Josu Landaluze, alcalde de la localidad, asegura que los radares «están operativos y en funcionamiento», pero que no será hasta dentro de unas semanas cuando llegue el técnico de metrología, quien se encargará de «verificar que no hay ningún error en los aparatos». «Comunicaremos a todos aquellos que hayan excedido los límites marcados que les hemos pillado. Que en esta ocasión se han salvado de pagar, pero que la próxima vez ya no», añade el regidor.

Es más, puntualiza que con el fin de que toda la población conozca la medida, organizarán una campaña publicitaria en unos días para que sepan que «a quien le 'cace' el radar, tendrá que abonar dinero».

La inclusión de medidores de velocidad en la ciudad era una petición de muchos vecinos al confesar que los «coches pasan mucho más rápido de lo permitido», pese a que algunos los consideren «una forma más de recaudar». Sin embargo, desde la asociación de residentes echan en falta que los cinemómetros no se hayan incluido en Larrabasterra. Marisa Gadea, su presidenta, denuncia que «los coches suben la calle de Iberre muy rápido y hay posibilidad de accidentes». Asimismo, advierte que «se trata de un área escolar, donde tampoco hay presencia policial en las horas puntas».

EH Bildu, partido de la oposición con seis ediles, apoya la postura de los sopeloztarras y asegura «llevar denunciando meses los problemas de tráfico en la calle Gatzarriñe, que además de ser un grave peligro para los vecinos de la zona, perjudican directamente a su calidad de vida». Puntualizan que el peatón «está en una clara desventaja» y que los planes del ejecutivo por crear un tercer carril en la misma vía «empeorará la situación todavía más».

Desde Denok Batera, por otro lado, consideran que la mejor solución sería sustituir los actuales semáforos por rotondas, e incluir también radares de tramo. «En un inicio deberían ser de tipo disuasorio y no sancionadores», reconocen. Elkarrekin Podemos, por último, alega que los escáneres «son una medida adecuada, aunque temporal», añadiendo que «lo urgente es acometer variantes que saquen a los coches del centro».