Consumiciones y comidas a mitad de precio en Sopela

Un total de 4.296 cheques se pondrán en circulación a partir del próximo lunes y hasta el 30 de noviembre en nueve establecimientos hosteleros, es decir, más de 470 bonos por cada local de media. Adrián Rojo, propietario del bar Völker, es uno de los que volverá a probar. A pesar de que lo considera «un engorro», han sido sus clientes los que le han «obligado» a adherirse. «Ellos están encantados, casi nos han tenido que presionar para que nos animásemos», confiesa. Y es que asegura que «en horas puntas es casi imposible que llevemos al día el proceso de chequeo». A este factor se le suma también su malestar por «el retraso en los pagos» ocurridos en verano.

A diferencia de las anteriores convocatorias, los trabajadores de los negocios son una pieza clave. Por un lado, deben ser quienes comuniquen a sus consumidores que hay una serie de descuentos vigentes, y por otro, deberán validar el proceso, mediante la comprobación del DNI del cliente, a través de una aplicación digital. «Hay muchas veces que hemos tenido que volver por la noche para cuadrar las facturas», concluye Rojo. Todavía así, Idoia Yoldi, responsable de la tienda Tximinoak, aseguró que ésta mecánica facilita la operación «a las personas mayores que no son capaces de usarlos por sí solos».

Habrá dos tipos de bonos: rebajas de 5 euros sobre una compra de 10, o de 10 euros en una de 20. Eso sí: cada usuario podrá sumar un máximo de treinta euros. Sin embargo, no será obligatorio estar empadronado en la ciudad para beneficiarse de los mismos, ya que en palabras de Teresa Fernández, edil socialista del área responsable, «necesitamos un Sopela vivo y para ello es vital fomentar el consumo de los pequeños comercios». Por consiguiente, el Consistorio destinará un total de 28.640 euros que sufragarán las reducciones durante la campaña.

La elección de las fechas tampoco ha sido casual. Afirman haber buscado «un periodo temporal en el que no estén activos otros descuentos ni de Diputación ni del Gobierno vasco» después de que varios participantes hayan aludido que la presencia de más de una campaña puede provocar «que unas pisen a las otras». También puntualizan que «se trata de un momento en el que los establecimientos bajan el ritmo tras el fin de la temporada estival».

Simultáneamente, el municipio también está disfrutando de la campaña Bono-Denda, dirigida exclusivamente a los comercios. Es más, de los 43 negocios que se han adherido -5 más que en la iniciativa anterior- solamente quedan disponibles en una decena de ellos, algo que desde el Ayuntamiento lo consideran «un gran éxito». La promoción, que se inició en septiembre con un total de 4.206 bonos, concluirá el próximo 30 de octubre. En esta ocasión, la modalidad es única: una rebaja de 10 euros sobre una compra mínima de 20, pudiendo acumular como máximo, tres. Paola Asprilla, de la farmacia María Iturbe, ubicada en la calle Iparraguirre, confirma que «la campaña ha funcionado fenomenal, ya que vendimos todos los cheques en la primera semana».