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TXEMA IZAGIRRE
GETXO
Viernes, 21 de octubre 2022, 17:27
La salida a licitación de la Cafetería Usategi, que ya lleva más de siete años cerrada, se ha retrasado por temor a que quede desierto el concurso del molino de Aixerrota, abierto actualmente con un precio de salida algo superior a los 5.000 euros mensuales. «Queremos ver cuál es el resultado del proceso de adjudicación», admitió el responsable de Patrimonio. Álvaro González informó que «los pliegos de Usategi ya están en borrador, a la espera de saber lo que pase en Aixerrota». Según lo que suceda, se establecerán «cambios», reconoció.
Y es que el intento de concesión de la mencionada cafetería, con privilegiadas vistas al mar, ya quedó desierto en la anterior intentona. Nadie presentó una propuesta que incluía remodelar el edificio en mal estado. Tras lo sucedido, el equipo de gobierno (PNV-PSE) asumió que algo debía cambiar. Por eso encaró los trabajos de renovación a su cargo el 13 de septiembre de 2021. El presupuesto fue de 291.270 euros, pero surgió un gran inconveniente. Durante el transcurso del tajo -con una duración anunciada de cuatro meses- se desprendió parte de la ladera próxima. Fue el 21 de noviembre pasado. El corrimiento de tierras afectaba a la seguridad del inmueble hostelero y obligaba a intervenir para sujetar la ladera. Por un motivo u otro, Usategi lleva cerrada desde el 12 de octubre 2015.
Así que ahora los responsables municipales quieren asegurar que encuentran postores para explotar el negocio y retrasan el concurso hasta saber qué sucede con Aixerrota. Allí funcionó con éxito el Restaurante Cubita durante muchos años, hasta que entró en concurso de acreedores a causa de la pandemia. Bajó la persiana en enero de 2021 y el proceso concursal se dilató más de lo esperado. En las bases plantearon un canon mensual mínimo de 5.012 euros sin IVA por un período de 20 años.
Con el fin de que los interesados tengan las máximas garantías han dado un plazo de 60 días para presentar ofertas, con la novedad de que «se han organizado dos visitas en directo, los días 28 de octubre y 4 de noviembre», según explicó Álvaro González. Son alicientes añadidos al objeto de que reconozcan 'in situ' «el buen estado» en que se encuentra.
Y hasta han descargado de responsabilidades a quien se ponga al frente de la explotación al dejar fuera de las bases el histórico molino de viento. La intención inicial de que el concesionario se hiciese cargo de las obras de reparación de este edificio tan simbólico (1727) se desechó al fin. Tal y como explicó González, «los trabajos para impermeabilizar el edificio se presupuestaron en 200.000 euros», una cifra que actualmente se ha incrementado por la subida de los costes de los materiales.
Una cuestión clara es que en Getxo los concursos de edificios o servicios de explotación hostelera municipal quedan desiertos con demasiada frecuencia. Los precios de salida parecen demasiado altos o las condiciones excesivamente exigentes, lo que ha llevado al equipo de gobierno a tomar medidas como la de escalonar estas dos licitaciones.
El precio de salida lo estiman empresas externas al Consistorio, cuyos servicios se contratan. Calculan costes y beneficios para establecer el canon mensual a imponer. Después pasa por la valoración de los servicios técnicos municipales, encargados de dar el visto bueno previo que luego aprueba el responsable de Patrimonio. El propio Álvaro González reconoció que su labor es aceptar las valoraciones de los expertos, pero está claro que la realidad planteada en las bases no cala entre los aspirantes a explotar este tipo de negocios.
La lista de concursos públicos fallidos desde hace unos años afecta a la cafetería de la Romo Kultur Etxea. En primera instancia no se presentó nadie, aunque se consiguió en segunda tras reducir el precio de salida. Lo mismo pasó en la de las piscinas de Fadura, en que se rebajó el canon para adjudicarla. La lista incluye al bar del polideportivo Gobela, que ha quedado desierto y está actualmente cerrado.
Otro edificio de Getxo corrió la misma suerte recientemente. Euskal Trenbide Sarea (ETS) promovió un concurso para explotar algún proyecto en la remodelada estación de Neguri. La Red de Ferrocarriles Vascos asumió las obras de renovación de un edificio en ruina y protegido, pero dejó la labor de realizar el tajo de todo el interior al adjudicatario. No se abrió ni un sobre aunque en este caso la propuesta parecía baja: 9.000 euros por los derechos de explotación durante 15 años. Un portavoz de ETS reconoció que «se sacará de nuevo a licitación con algunos cambios».
La oposición también aprieta cada vez más sobre este asunto. Requieren que les entreguen los informes de esas valoraciones y critican «los altos precios de salida» planteados. El portavoz Popular, Eduardo Andrade, es partidario de «bajarlos al principio y que se presenten ofertas que irán al alza». Desde EH Bildu y Elkarrekin-Podemos también la sensación es que «las bases siempre se elaboran tarde» y que los precios son «demasiado elevados». Carolina Uribe, edil de Elkarrekin Getxo, criticó que se buscara a algún representante de «alta cocina para el molino de Aixerrota», algo que abanderó el equipo de gobierno, «cuando somos partidarios de que el establecimiento tenga carácter popular. Y con los precios establecidos no puede suceder».
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