El rechazo vecinal en Berango tumba el plan de peatonalizar dos calles pero el parking sigue en pie

Johana Gil

Berango

Martes, 15 de abril 2025, 17:05 | Actualizado 17:34h.

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El proyecto de remodelación del barrio Lantzarte cambia su hoja de ruta y ya no incluirá la peatonalización de sus calles. Así lo ha confirmado el Ayuntamiento tras un proceso de consulta popular celebrado entre el 26 de marzo y el 3 de abril, en el que la opción que contempla una reforma sin restringir el paso rodado en dos calzadas obtuvo 37 votos, frente a los 29 que respaldaron la propuesta contraria.

El plan que no se ejecutará contemplaba la transformación de dos calles con la intención de «fomentar un entorno más habitable, impulsar la actividad comercial y facilitar la conversión de lonjas en viviendas o negocios», explican fuentes municipales. Sin embargo, el Consistorio –en manos del PNV– ha asegurado que respetará el resultado de esta votación vinculante y llevará a cabo la opción más apoyada. Esta decisión llega tras una primera fase ya en marcha. Se construirá un parking de 90 plazas en la campa contigua para compensar la eliminación de 40 parcelas con la reforma. El objetivo, según la Administración, es favorecer la convivencia entre peatones y vehículos.

Tanto la última consulta vecinal, como la llevada a cabo en 2022, que han dado forma al proyecto final: un aparcamiento y calles sin restricciones, han generado malestar en parte de los ciudadanos por las condiciones en las que se ha desarrollado el proceso. Solo pudieron participar las personas empadronadas entre los portales 1 y 19 y los comercios de esa zona. Esta limitación ha sido duramente criticada por la asociación Lantzarte Bizirik, que consideran que gran parte de los residentes fue excluida de lo que «afectará a toda la comunidad».

El colectivo lleva meses trabajando en una propuesta alternativa —realizada con el apoyo de un estudio de arquitectura— que plantea resolver la necesidad de aparcamiento sin urbanizar completamente el entorno ni renunciar a espacios en la campa. La frustración en el barrio es evidente. En las últimas semanas se han organizado caceroladas, concentraciones y se han llenado los balcones de pancartas de protesta. También han hecho presencia en los plenos municipales para exigir un proceso participativo más amplio y representativo.

Pese a que el Ayuntamiento ha reiterado que tendrá en cuenta la reciente participación, el debate, lejos de cerrarse, está en auge. La alcaldesa, Itziar Aginagalde, ha reiterado que el proyecto responde al «interés general» y que se han tenido en cuenta propuestas vecinales durante su elaboración. Pero desde la asociación insisten en frenar las obras aprobadas. Para ello recolectaron más de 300 firmas, que ya han sido entregadas de manera formal al Ejecutivo local, en contra de la construcción del estacionamiento.