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Situarse en la puerta del ambulatorio de Bidezabal, en el barrio getxotarra de Algorta, permite percatarse del «fastidio», que para muchos vecinos supone la «rotura desde hace más de un año» de las rampas. Los vecinos se acostumbran como pueden, no sin un «gran enfado», a salvar la que es una de las calles más empinadas de la localidad y en la que están servicios como el centro sanitario, pero también el metro. En una mañana habitual decenas de personas mayores acuden a consulta y a falta de que los cuatro tramos funcionen, se las arreglan como pueden. Unos suben la cuesta por su propio pie, otros se apoyan en un bastón y ahí el que tira de taxi, coche de un familiar o incluso del autobús que tiene ahí parada.
El Ayuntamiento, en manos de PNV y PSE, está terminando los pliegos de la licitación para renovar los equipos de las dos cintas superiores, las que están en la parte de arriba de la calle. La idea del Consistorio es que estén «a comienzos de 2025» y tendrán un coste de 462.000 gracias a una enmienda del PP a los presupuestos.
«Es terrible, de vergüenza, igual que las de Salsidu, cuando no está una rota es la otra, la gente no viene aquí por capricho, lo hacemos como podemos, en bús, coche...», denunció ayer María Asun Michelena. «Este pueblo está lleno de cuestas, esto de las rampas es muy triste, ya que cuestan dinero. Deberían mantenerlas en condiciones, la gente mayor o discapacitada tela marinera, incluso si vienes en autobús, sube, ubícate, vuelve a bajar, es horrible», lamentó Carmen Uribarri.
«¡Imagínate cómo es empujar una silla de ruedas! Ves a gente y es que no pueden», afirmó Paula de la Fuente. «Están todo el día rotas, es desesperante, sobre todo para los mayores del barrio, llevan tanto tiempo que yo que vivo ahí abajo creo que nunca las he visto funcionando todas a la vez», aseguró ayer Ainara, mientras empujaba un carricoche.
La concejala responsable de Infraestructuras, Obras y Servicios, Janire Ocio, abrió la puerta hace unos días a sustituir los equipos de las cuatro rampas ante la falta de atención de la empresa de mantenimiento. Según desveló la edil «no está ofreciendo el servicio debido, estamos solicitándolo de forma reiterada». A comienzos de año el Consistorio multó a la empresa con 21.000 euros por no atender las quejas.
La intención del Ayuntamiento es comenzar a redactar el pliego de las dos de la parte de abajo en cuanto se renueven las de arriba. «Va a haber que sustituirlas de forma integral», anunció. La edil también reveló que se está trabajando para dar una solución a los problemas que han surgido durante todo el verano en el ascensor de Ereaga. El Consistorio ha solicitado un histórico de averías para «intentar terminar con ellos». «Vamos hacer los pliegos para sustituir esas piezas», apuntó Ocio.
Desde EH Bildu su portavoz Ibon Rodríguez denunció que «no se cumple su objetivo». El edil recordó que «muchos mayores suben en bús en Bidezabal por lo lamentable de esta situación». «Las de Salsidu tres cuartos de lo mismo, el ascensor de Villamonte ha estado 5 días parado y no ha habido ni una señal. La gente echa cohetes cuando funcionan. Ya que hacéis un pliego mejor hagáis todo a la vez que dinero bien que hay para otras cosas», añadió el soberanista.
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