Un fuerte despliegue policial evita una nueva pelea en el pinar de Gorliz

Dentro de esta zona de esparcimiento se encontraron a «cuarenta chavales» que habían respondido a la convocatoria. Esas ganas de pelea rápidamente se disiparon cuando irrumpieron los agentes. El grupo de jóvenes huyó a la carrera hacia la zona de la playa. «Se abortó la pelea antes de que llegase a ocurrir nada», detallan a este periódico fuentes policiales, quienes se mantienen vigilantes.

Las alarmas siguen encendidas para evitar que en los próximos días se repitan unos episodios que acrecientan la preocupación entre los vecinos del municipio. Porque no es la primera vez que los agentes acuden a disolver una pelea. Hace dos semanas, después de desalojar un multitudinario botellón en el pinar, tuvieron que acudir al parking próximo para separar a quince chavales que pegaban. Uno tuvo que ser trasladado al hospital.

Su estado no revestía gravedad, sí en cambio el del menor de 15 años que el sábado fue trasladado al hospital de Urduliz tras quedar inconsciente por la brutal agresión. Se encuentra ya en su domicilio recuperándose de las lesiones, entre ellas una fisura de costilla. La Policía identificó a tres menores como presuntos autores, si bien la investigación sigue abierta. Ese mismo fin de semana varios testigos grabaron en vídeo una multitud de jóvenes corriendo por esta campa detrás de un chaval, que logró huir..

La situación «preocupa» a los vecinos -también de Plentzia» que han convocado este viernes una concentración (19.00 horas, Ayuntamiento, la semana que viene en Gorliz) para pedir «protección en el pueblo». Todo ha ido empeorando desde el verano, cuando este recinto se convirtió en escenario de reiterados botellones. Y lo sigue siendo. La alcaldesa de la localidad, Nagore Utxupi, tildó de «vergonzosos» los episodios de los últimos días. Sin ir más lejos, el lunes otro menor tuvo que ser evacuado en ambulancia por la ingesta de alcohol.

El pinar no fue el único punto conflictivo en Semana Santa. En la estación de Metro de Plentzia se registraron aglomeraciones y peleas que obligaron a intervenir a la Policía. La lanzadera que da servicio provisional no consigue absorber a última hora del día a toda la multitud, lo que ha dejado en los días de playa varias imágenes de hacinamientos. «Hemos trasladado a Metro Bilbao nuestra preocupación por la imágenes», señala Elixabete Uribarri, regidora de Plentzia, quien confiesa estar «preocupada» por lo que ocurre en ambas localidades.