El Puente de Bizkaia despunta en visitantes

Los datos son alentadores. «Ya en 2022 tuvimos un buen año y ahora lo estamos superando», explica la directora del Puente de Bizkaia, Marta Uriarte. En Semana Santa visitaron la pasarela 4.468 personas. La mayoría venían de otras comunidades. En lo relativo a Euskadi, los procedentes de otros municipios de Bizkaia fueron mayoría (795), por delante de los guipuzcoanos (111) y alaveses (75). Quienes llegaron de otras autonomías sumaron algo más de la mitad de visitantes. En cabeza, figuraron madrileños, seguidos de catalanes y valencianos.

El impacto de los cruceros sólo se dejó sentir el 30 de abril con el doble amarre del 'Mein Schifff 6' y 'Le Dumont D'Urville'. «Lo hemos notado. Eran dos barcos y se veían turistas por el entorno, no se fue toda la gente en autobuses a otros lados», comenta la directora. En cuanto a los extranjeros que visitaron la pasarela, los alemanes fueron los más numerosos (452), seguidos por los franceses (362) y británicos (166).

El Puente de Bizkaia cumplirá en breve 130 años. Habrá eventos especiales para esta cita el 28 y 29 de julio. Uno de los más destacables consiste en la organización del Congreso de Puentes Transbordadores, similar al de 2018. También se promoverán conciertos y actividades infantiles y culturales, entre otros eventos. Y es que todavía el calendario está sin cerrar.

En esas dos jornadas tampoco faltará el deporte extremo para los amantes de las aventuras más fuertes. No obstante, estas actividades regresarán el 13 de mayo con el 'goming' para grupos. Así se llama la actividad que consiste en tirarse de la pasarela al vacío sujeto con un arnés a una goma elástica para acabar a escasa distancia de la lámina de agua de la ría. «Es una forma de vivir el puente de otra manera», resalta Uriarte.

La otra propuesta posible se refiere a escalar hasta la cúspide con arnés de seguridad y acompañado de un monitor. «Es otra perspectiva de verlo reservada a gente que esté en forma y sea ágil». Son dos propuestas que requieren «soltar adrenalina y no tener vértigo». Para Uriarte, «el premio a la escalada cuando se llega arriba son unas vistas magníficas». La imagen de quienes se atreven a probar estas experiencias llama la atención de muchos curiosos que pasean por la zona y hacen fotos con sus móviles desde las orillas. Estas actividades, que se organizan cuando hay grupos completos, tienen muchos adeptos. «Aunque es para los más valientes, siempre está lleno», indica la directora.

Pero el atractivo del transbordador ofrece muchas más opciones posibles. «Es un emblema y un espacio maravilloso para organizar cócteles, despedidas de soltero, bodas o hacer un reportaje fotográfico cuando te casas».