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Sin previo aviso, en algunos casos, o dando unos días para buscar una alternativa de alojamiento, en otros. La Policía Local de Getxo ha puesto en marcha un operativo especial para desmantelar los diversos campamentos ilegales desperdigados por los bosques del municipio y en los que viven chavales de origen magrebí. En los últimos meses, fruto de la presión migratoria, el municipio ha recibido varias decenas de jóvenes que, sin recursos, se han asentado donde han podido. La mayoría en tiendas de campaña en zonas alejadas de las miradas indiscretas. Para encontrar los asentamientos hay que adentrarse en zonas boscosas y andar por estrechos senderos. Las ONG estiman que más de doscientas personas duermen al raso en la localidad.
Según ha podido saber ELCORREO, los agentes han actuado en la trasera del polideportivo de Fadura, en la zona de Aiboa y en el barrio de Larrañazubi, lugares próximos al cauce del río Gobela, aunque también en el entorno del Garbigune y han desalojado «casas y edificios», que habían sido okupados por chicos sin recursos.
La operación afecta a más de una treintena de chavales. La mayoría de ellos acuden a clases de castellano y estudian un oficio para labrarse un futuro mejor. En algunos casos la guardia urbana ha intervenido en núcleos en los que había casi una decena de tiendas y residían grupos de personas y en otros los agentes han echado a individuos que optaron por estar solos para llamar menos la atención. Este último es el caso de Amir, que con la idea de pasar más desapercibido se había ubicado en Aiboa. Los agentes le dijeron hace unos días que debía moverse. A ocho chavales más que dormían juntos, les dieron una semana para desalojar el lugar. Antes del plazo anunciado, los agentes volvieron, según han explicado.
Los colectivos que trabajan con personas inmigrantes en Getxo han denunciado que esta forma de actuar es «contraproducente». «Varios llevaban tres meses acampados, otros más, están haciendo el esfuerzo de estudiar, y esta semana están muy nerviosos, les ha coincidido con el Ramadán y son varios los que han perdido las clases y se retrasan en estudiar», han lamentado. Los voluntarios han insistido en que «para ellos no es cómodo, tenían un sitio en el que dormir, aunque no fuera el mejor, pero ahora tienen un desajuste, sólo sirve para alterarlos y están perdidos, no saben qué hacer, les empuja al abismo a los que son buenos».
En su opinión, «no es entendible que los Servicios Sociales y nosotros les intentemos ayudar a integrarse– hay una red de apoyo formada por más de 400 personas– y, por el otro lado, la Policía barra con el trabajo hecho». «El Ayuntamiento piensa que se van a marchar, nada más lejos de la realidad. Están aquí bien, lo único que hacen es marearles, van a seguir queriendo estar cerca de las trabajadoras sociales y de las asociaciones a las que vienen a aprender castellano y que les ayudamos». «Si les echan de un sitio, buscan otro cerca, pero también en Getxo, algunos ya lo han hecho», han advertido.
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