El Ayuntamiento y la Policía de Getxo quieren terminar cuanto antes con los «problemas» y la «sensación de inseguridad» que están sintiendo los vecinos de la calle Sarrikobaso de Algorta, después de que cinco jóvenes hayan ocupado el número 11. El inmueble está fuera de ... ordenación urbana, en muy mal estado, y lleva «más de tres décadas» vacío, según reconocen los propietarios que han cursado la denuncia por usurpación. La Guardia Urbana está concluyendo las diligencias de forma urgente para que el juzgado lleve a cabo un juicio rápido en las próximas semanas que termine con la situación. Los dueños del edificio temen que «si sucede algo por el mal estado sea nuestra responsabilidad». Fuentes consultadas señalan que el cuerpo policial está utilizando este procedimiento para «atajar de raíz» situaciones que se están dando en los últimos tiempos en el municipio y para que los okupas no se sientan «impunes».
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No es la única denuncia a la que se enfrentan los ocupantes del inmueble. Según ha podido saber este periódico de fuentes policiales, sobre uno de los okupas pesa un «delito de lesiones» por haber 'pinchado' con un arma blanca en la cara a otro joven con el que se enzarzó en una pelea en la plaza San Nicolás el miércoles. La trifulca terminó con un herido que tuvo que ser trasladado en ambulancia a un centro hospitalario.
Los agentes se desplazaron al lugar e identificaron a los agresores, pero entorno a cuarenta minutos después los vecinos volvieron a solicitar su presencia porque se habían vuelto a enzarzar. El autor de los cortes volvió a la céntrica plaza con una navaja que usó en la trifulca. Testigos presenciales también alertaron de que en la reyerta en la que participaron alrededor de seis personas se utilizaron «botellas de vidrio rotas».
La Guardia Urbana está investigando los hechos y los seis participantes se enfrentan a un «delito de riña tumultuaria», tipificado en el Código Penal para aquellos que ponen en peligro la vida o integridad de las personas. Algunos están implicados en otras peleas que han tenido lugar en el municipio en las últimas semanas.
A la espera de que el asunto avance en los tribunales, el Ayuntamiento ha intensificado la «vigilancia» en la zona. Patrullas de la Policía Local han acudido en los últimos días ante el «malestar vecinal». El lunes agentes uniformados identificaron a los cinco okupas y se llevaron a uno de ellos a comisaría al pesar sobre él una requisitoria judicial, aunque ya había sido trasladado el sábado por la Ertzaintza por el mismo motivo.
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Los vecinos y comerciantes de la zona manifestaron ayer que el lugar está «tranquilo». «Están dentro porque han colocado una ikurriña en la ventana, pero no sabemos por dónde entran y salen porque el edificio estaba tapiado, hay pisadas por la puerta», comentó una dependienta. Otra añadió que «es una vergüenza tener así estos edificios, dan pie a estas situaciones».
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