Plentzia vuelve a limitar este verano las zonas de aparcamiento para no residentes

Así, los veraneantes y propietarios de segundas residencias podrán estacionar en cuatro puntos. Estos serán Plazatxoa -en la acera del frontón Jai Alai hasta la pista pádel, pegados a la ría-; en la vía Frontoi, desde el cruce de Labasture hasta el de Areatza; además de en Labasture, desde el número 4B hasta el cruce con la calle Frontoi -solo los números pares y de la calle Areatza hasta el número 24-. Y como novedad, este año se amplía el espacio donde se puede dejar el vehículo a la calle Arraun kalea, en la acera de oficina de Correos hasta el número 18 de Labasture.

En las zonas reguladas -de color azul- solo se podrá permanecer un máximo de dos horas seguidas. Una vez pasado ese tiempo, tendrá que pasar otro igual para poder regresar. Las franjas horarias acotadas para esos fines serán de lunes a viernes de 9.00 a 14.00 horas y entre las 16.00 y 20.00, mientras que los sábados y domingos solo estarán disponibles por la mañana. Para ello, se deberá sacar un tique en las máquinas que se habilitarán al efecto. Cabe aclarar que no habrá que pagar por aparcar. Los coches sin distintivo válido podrán ser sancionados con multas de hasta 100 euros y, en los casos más graves, retirados por la grúa municipal tras 30 minutos de infracción.

También habrá otras áreas azules pero señalizadas con una letra 'M', exclusivas para las personas que utilizan el metro. El límite de tiempo en este caso será de un máximo de 9 horas y se controlará mediante un sistema de lectura de matrículas.

Esta medida se adopta en respuesta al «grave desequilibrio entre la oferta de aparcamiento y la demanda en la localidad», explican fuentes municipales. Hoy en día, hay 700 parcelas, y el número de vehículos registrados supera las 2.000 unidades. «Esta diferencia conlleva no solo una congestión vial considerable, sino también una disminución de la calidad de vida de los residentes, afectando negativamente a la movilidad urbana y al medio ambiente», lamentan. Asimismo, se reconoce la importancia de «garantizar el acceso equitativo a las personas que residen en las zonas periféricas -unos 1.000 vecinos- y carecen de opciones de transporte público adecuadas», señalan.

Plentzia intenta así dar prioridad a sus vecinos. Una situación similar sucede en Lekeitio, donde este verano los visitantes deberán dejar los coches en los parkings disuasorios de las afueras, que serán de pago. La Administración costera sacará a la venta bonos de temporada. Las ordenanzas de los dos municipios están en el foco del Ararteko, que ya ha advertido de que las instituciones deben reconsiderar el «diferente tratamiento» que dan a los que residen todo el año frente a aquellos que lo hacen únicamente en período estival.