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HELENA RODRÍGUEZ
Miércoles, 18 de septiembre 2019
Aún no hay un plazo definido, pero es seguro que el asador Hondartzape, ubicado en pleno arenal de la playa de Gorliz, no volverá a ... abrir sus puertas. El edificio fue precintado este miércoles para su derribo, lo que supondrá el adiós definitivo de uno de los últimos establecimientos hosteleros ubicados a pie de playa en la costa de Bizkaia. Sobre el bloque pesa, desde febrero de 2013, una orden del derribo emitida por el por entonces conocido como Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que decidió no renovar la concesión que permitía, desde 1944, la explotación comercial del suelo marítimo terrestre que ocupa.
La decisión abrió una batalla judicial entre el Gobierno central y la familia Mentxaka Ordeñana, dueña del conocido establecimiento. Este miércoles no daban crédito al hecho de que su negocio estuviera vallado «ya antes de que nosotros recogiésemos el auto judicial». «Es intolerable que antes de que tuviésemos ese documento ya lo hubiesen precintado. Desde luego vamos a estudiar qué medidas tomar», reclamaba una portavoz del clan hostelero. Muy indignados con las formas, la principal preocupación era «dar una solución a los empleados que teníamos en plantilla y a sus familias, que es lo que más nos preocupa ahora mismo».
En los últimos tiempos, sabían que el plazo se agotaba. De hecho, habían intentado que «Costas ampliase el plazo para poder hacer el traslado del negocio a otro lugar». «Se lo pedimos, pero se han negado y ahora estamos en esta situación», se dolían antes de confirmar que «seguiremos con nuevos proyectos».
La piqueta sobrevuela al establecimiento hostelero desde 2007. Entonces, el Ejecutivo central decidió poner en marcha el plan de recuperación de las dunas de la playa de Gorliz. En la primera fase del proyecto, presupuestada en algo más de diez millones de euros, se ordenó el derribo de tres edificios hosteleros que estaban sobre el arenal. Pronto se comenzaron a dar los pasos para desarrollar la segunda parte, para la que en su momento se consignaron dos millones más. En 2013 se echó abajo el Bar Marítimo, que disfrutaba de concesión de 1937, y se puso al Hondartzape como siguiente objetivo.
A lo largo de estos años, la fisonomía del arenal se ha modificado considerablemente. Entre otras cosas se ha colocado un puente de madera y un paso bajo el arroyo Zubitzu, se ha protegido el talud de la peña de Astondopunte, se ha construido un aparcamiento para 142 vehículos y se ha habilitado un carril bici. El objetivo es devolver a la zona el aspecto original, un proceso que también se ha llevado a cabo en otros arenales vizcaínos, como la playa de la Arena, en Zierbena, de dónde desapareció el también emblemático Itxas Gane en 2009.
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