«La peña de Santa Marina de Urduliz es la gran desconocida»

Un nuevo club de montaña ha nacido en Urduliz. Una «necesidad» que se había hecho patente entre muchos vecinos de Urduliz y que ya es una realidad. Belatz Gorri Mendi Kluba se estrenará este domingo 18 de febrero con una caminata de diez kilómetros y tres horas por Muñarrikolanda, Urkogana y Urduliz para abrir boca y a la que se puede apuntar cualquier 'mendizale'.

Se trata de la primera salida para una toma de contacto del grupo que ya conforman 143 socios, una cifra que sus impulsores no imaginaban de inicio y agradecen. «Si hacíamos veinte íbamos bien», observa Ander Ereño, uno de los fundadores de este club que se forjó en la roca arenisca de las peñas de Santa Marina, un clásico del municipio y el lugar ideal para quienes comienzan en la escalada, un deporte del que se confiesa apasionado.

La agrupación, de hecho, no sólo ofrecerá salidas a la montaña, si no que también pretende ofrecer cursos de escalada. «La peña es el único sitio escalable en muchísimos kilómetros a la redonda. Eran unas canteras –evoca Ander–, no hay nada parecido a esto. Teniéndola tan cerca, es una pena que sea la gran desconocida».

El club también ha ideado cursos de orientación. «Ir con un mapa y una brújula, como toda la vida, me parece súper romántico, un puntazo», anima. Y también darán nociones a montañeros sobre cómo usar la cuerda, por ejemplo, si se plantea hacer una invernal por su cuenta. «Además de contratar un guía tienen que tener conocimientos», explica Ander, que sabe d e lo que habla por su profesión de bombero y su formación en gestión ambiental.

Belatz Gorri, sin embargo, va mucho más allá en sus objetivos. La «ecología» y el «conocimiento del medio» tendrán una vertiente importante en sus pasos. Prueba de ello es el nombre del club, que significa 'cernícalo' en castellano, en honor a los ejemplares que anidan en Santa Marina y que conviven con otras especies animales como lechuzas o tejones. «Quienes lo conocen, saben que no se puede escalar en esa época y lo respetan», agradece.

La flora también tiene su papel. «El narciso es exclusivo de la peña de Urduliz –revela–, por eso es importante no masificar la zona». Y afirma, sencillo, «el hueco estaba en el pueblo, sólo lo hemos ocupado. ¿Sabías que el color de la bandera es amarillo por el color amarillo de la arena de las antiguas canteras?».

Esa labor de la agrupación de «acercamiento a la gente a la montaña tal y como nosotros la entendemos y no como un negocio», busca que la gente «la respete». Para Ander, que se afana en sembrar esta «semilla» en sus dos hijos, «sería un éxito rotundo si calase en los más jóvenes de Urduliz».

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