Paralizan las obras de reparación del puente de madera de la playa de Gorliz

El verano está cada vez más cerca y el puente de madera de la playa de Gorliz continúa cerrado. Ya completa más de un año así debido al mal estado de la estructura, lo que obligaba a su sustitución. Aunque las obras para su reparación comenzaron el pasado 19 de febrero, actualmente se encuentran paralizadas debido a problemas de suministro de materiales.

El inicio de los trabajos se aceleraron en este ejercicio de cara a la temporada estival, momento en que la localidad triplíca su población con la llegada de miles de turistas, considerando que en el pasado ejercicio no se pudieron llevar a cabo las obras, pese a tener la autorización de la Diputación Foral de Bizkaia y la Dirección General de Costas, y la modificación de crédito para llevar a cabo esta actuación.

La fase inicial de desmantelamiento se completó sin incidencias, pero la falta de entrega de los materiales necesarios para la reconstrucción ha retrasado la continuación del proyecto. No obstante, el Ayuntamiento, a través de la empresa adjudicataria Barik Reformas 2019, prevé que las obras se reanudarán la próxima semana y que la pasarela podrá estar abierta al público en un plazo de tres meses, como estaba estipulado inicialmente.

Además, se aprovechará la intervención para modernizar el sistema de iluminación de la pasarela. Dado que se ubica sobre un terreno de dunas, los proyectores actuales están obstruidos, lo que dificulta su acceso y mantenimiento. La nueva instalación de luminarias se diseñará con criterios de eficiencia energética y sostenibilidad. «Con esta actuación se busca minimizar futuras intervenciones en la zona y proteger el entorno», explican fuentes municipales.

El paso por esta rampa, que conecta a los vecinos y visitantes con la playa y facilita el acceso a pie al hospital de la localidad, está restringido desde finales de 2023 por motivos de seguridad. La estructura de madera se había podrido debido a la erosión causada por la arena y el salitre. La situación de riesgo llevó a la decisión de clausurarlo y habilitar un camino alternativo, que discurre de manera paralela.

Años de planificación

La rehabilitación del puente, que se encuentra en un entorno natural que alberga a especies protegidas, se había planificado desde 2021 en colaboración con el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno vasco. «El objetivo es no solo restaurar la infraestructura, sino también minimizar el impacto ambiental en la zona, respetando las normativas de conservación de la naturaleza», aseguran las mismas fuentes. Tras la retirada completa de la estructura dañada, se llevará a cabo la reconstrucción de las vigas, el tablero y las barandillas.

Se espera que todo esté listo para la reapertura a finales de mayo o principios de junio, una vez se solucionen los problemas logísticos y se completen los trabajos pendientes. «Con ello, se busca no solo garantizar la seguridad de los usuarios, sino también preservar el un área de gran valor ecológico que continuará siendo una prioridad a lo largo del proceso de reparación», puntualizan.

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