El Palacio Icaza de Berango pasará a ser propiedad municipal

Pero, ¿qué alegaba? El documento sintetizaba cinco aspectos clave: la enajenación del patrimonio contraviniendo a la legislación que lo regula, el hecho de que no se haya acreditado el trueque, la posible sobrevaloración del palacio, la probable infravaloración del suelo y finalmente, que el acuerdo debería someterse a la autorización de la Diputación de Bizkaia. Después de más de un año de diligencias, el equipo de gobierno, compuesto por 7 ediles del PNV, hizo valer su mayoría en el pleno para desestimar dicho recurso, además de contar con el apoyo del concejal del Partido Popular al aludir que «se trata de una reclamación histórica de la formación con el fin de preservarlo como bien local».

Los jeltzales manifestaron que «el convenio no se ha impugnado en ningún momento y que el expediente no aporta ningún tipo de documentación, haciendo una mera interpretación de la ley». El resto de la oposición, sin embargo, no vio positiva la remodelación y tanto EH Bildu (3 ediles), como PSE (1) votaron en contra de la propuesta tras achacar que «no se ha hecho ni un estudio inicial de costes».

El Consistorio utilizará esta emblemática edificación, tapiada por el momento, para ampliar sus servicios culturales. La alcaldesa, Anabel Landa, confirmó que «es una oportunidad para intensificar las prestaciones en una zona céntrica y generar de esta forma un espacio artístico, conformar sinergias musicales y culturales, y a su vez, dotar al municipio de un amplio abanico de necesidades», algo que no comparten los abertzales, quienes remarcan que «se estarían distanciando las oportunidades a los vecinos de los barrios más alejados». La importancia de esta modificación no recaería únicamente en este factor, sino que la reformulación de los suelos facilitaría el «desbloqueo del sorteo de vivienda pública que hay actualmente».

La promoción engloba 216 hogares en tres parcelas diferentes. «A día de hoy tenemos 1.080 solicitantes que cumplen con los requisitos y de ahí, 160 son berangotarras, tienen un hijo menor empadronado o trabajan en el pueblo», subraya Landa, añadiendo que «sin la construcción no podríamos responder a la demanda». La tensión ha sido palpable durante toda la sesión con un cruce de acusaciones entre los diferentes partidos. Nerea Jiménez, representante de los socialistas, achacaba la falta de transparencia en cuanto al tipo de residencias contabilizadas y aludía que «la obra podría hacerla el Ayuntamiento en vez de destinarla a una empresa privada».

Además de ello, el coste de reparación y mantenimiento del palacio fue otro de los puntos controvertidos. Desde EH Bildu acentuaron que «la propiedad puede que sea accesible, pero no asequible para este gobierno». Y es que el edificio se encuentra cerrado desde hace más de treinta años, con los sucesivos deterioros que ello acarrea. «A pesar de que la construcción está valorada en unos 2 millones de euros aproximadamente, la reforma puede ser un pozo sin fondo para dar respuesta a unos servicios que ya disponemos», concluían. Anabel Landa, por su lado, aclaró «es evidente que necesitaría reparaciones importantes» y que la estimación realizada por los técnicos rondaba los 800.000 o 900.000 euros.