Los mayores han sido una de los colectivos más afectados por la pandemia y no solo en lo que a la salud se refiere. La atención médica telefónica, la clausura de sucursales bancarias, las pensiones o el cierre de sus centros han sido varios de ... sus caballos de batalla. La Asociación de Jubilados de Gorliz, con Isidoro Etxebarria a la cabeza como presidente, está a la espera de poder abrir su nagusien etxea para que vuelva la «alegría».
- Cerrar las nagusien etxeak fue un duro golpe, aunque necesario al ver la propagación de la pandemia...
- En todos los pueblos de Bizkaia las asociaciones son muy imprescindibles para la gente mayor, porque ayudan a fomentar el entretenimiento. La mayoría viene en invierno, ya que tienen calefacción, y juegan a cartas. Es una manera de no estar aburridos y tener un pasatiempo. La verdad es que en Gorliz están deseando que abra la asociación, pero seguimos esperando a que desde el Ayuntamiento nos faciliten los datos del aforo que deberíamos tener. Esperamos poder dar la buena noticia la semana que viene.
- ¿Pero no jugarán solo a cartas?
- Por desgracia, la situación sanitaria nos ha reducido la posibilidad de hacer muchas cosas, como las clases de gimnasia. Actualmente lo que hacemos es intentar juntar a la gente haciendo comidas en restaurantes del propio municipio. En los últimos meses hemos hecho dos y próximamente haremos una más, ya que es algo que a los vecinos les gusta y anima.
- La crisis sanitaria también ha afectado a la atención recibida por Osakidetza, ya que las consultas deben ser telefónicas.
- Como opinión personal, creo que la pandemia ha sido muy dura, y que en este caso, estoy de acuerdo con lo que ha hecho Osakidetza. Entiendo el malestar del colectivo, pero creo que los médicos deben tener un cuidado y no hay nada malo en hacerlas telefónicamente.
- Los pensionistas han criticado la falta de atención personal en los bancos. ¿Cómo han vivido esta situación?
- La verdad es que en este caso estoy totalmente de acuerdo con las movilizaciones que han habido. Y no solo yo, sino toda la asociación. En Gorliz lo que han hecho es abrir el banco solamente tres días en un horario disminuido. No hay derecho a esta falta de presencialidad, ya que consideramos que podrían abrir sin ningún problema. Lo peor es que creemos que esto se mantendrá para siempre.
- La lucha por las pensiones sigue siendo una batalla abierta en su colectivo.
- Nosotros apoyamos las convocatorias, y antes de la pandemia, salíamos el segundo lunes de cada mes a la plaza del Ayuntamiento para exigir unas pensiones dignas. Consideramos que son bajas y que se deberían de subir, por lo que esperamos poder volver pronto a sacar la pancarta. Queremos destacar principalmente la posición que tienen las viudas, cuyas pensiones deberían ser superiores al tener que hacer frente solas a todos los gastos del hogar.
- Este pasado verano Gorliz ha sido noticia por la sucesión de macrobotellones que se han organizado y altercados. ¿Cómo les ha afectado?
- A nosotros nos afecta muchísimo porque la juventud no tiene sentido, ni respeto. Además de que van a provocar, dejan todo el pueblo lleno de plásticos y suciedad. Estamos de acuerdo en que hay que tomar medidas frente a esto y que son muchos los que utilizan la excusa de las 'no fiestas' para hacer lo que quieren.
- Los problemas se han reproducido en infinidad de municipios ¿Qué medidas cree que se deberían tomar?
- Creemos que se debería actuar con mucha más dureza. No sé cuáles son los protocolos de la Ertzaintza, pero está claro que no es justo que arrasen con todo el mobiliario urbano y rompan comercios de gente que se pasa horas y horas trabajando para conseguir un sueldo digno. No tienen vergüenza alguna.