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Vista aérea con la futura carretera en blanco en primer plano.

Un nuevo vial entre la calle Aita Gotzon y la rotonda hacia Mungia facilitará el acceso a Urduliz

El ramal, que acumula un retraso de cerca de un año por la pandemia y los trámites administrativos, contará con una longitud de 380 metros

Jon ander goitia

Urduliz

Jueves, 28 de enero 2021, 00:49

Urduliz ha dado luz verde al nuevo acceso rodado al municipio. El proyecto para crear una carretera paralela a la calle Iturriondo, pendiente aún de conocer la fecha de licitación, sale adelante casi un año después de lo previsto. La futura variante unirá la calle ... Aita Gotzon con la rotonda que redirige el tráfico hacia Mungia y Umbe.

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La pandemia y los trámites administrativos obligaron a posponer la construcción del ramal que persigue reducir –casi eliminar– el tráfico rodado en la vía principal que circula frente al Ayuntamiento y en la que se encuentra también un colegio. El proceso ha incluido las alegaciones presentadas por una de las comunidades de propietarios de Elortza y dos de las viviendas contiguas a la nueva carretera.

Sin embargo, ninguno de estos trámites «ha alterado el plan inicial, que sigue adelante según lo previsto», apuntaron fuentes municipales. No obstante, aún habrá que esperar para ver a los primeros coches circulando por el nuevo ramal. Y es que, según las estimaciones iniciales, las obras cuentan con un plazo de ejecución de alrededor de seis meses y un coste próximo a los 870.000 euros.

Un espacio protegido

¿Cómo será la nueva carretera? A la altura de la parada de autobuses, frente al colegio Elortza, los vehículos que se dirijan por la calle Aita Gotzon hacia el Ayuntamiento encontrarán un desvío a su derecha. El trazado será bidireccional, con una longitud de 380 metros y ligeramente curvo. Esta incorporación al callejero local supondrá un importante avance para los conductores a la hora de salir del municipio o entrar al mismo. Hasta el momento, la única manera de tomar ambas vías era llegar hasta el final de la calle que cruza el Consistorio y tomar una rotonda para después conectar con la salida de la localidad.

Eso sí, esta nueva carretera no supondrá la eliminación de la existente. Lo que se persigue con esta variante es redirigir el tráfico de vehículos para liberar de carga la arteria principal. Seguirá abierta a los coches, sí, pero con menos volumen de tráfico, reduciendo el impacto medioambiental y aumentando la seguridad de los peatones. Sobre todo de los alumnos del colegio Elortza, justo enfrente de la vía. El cambio busca generar un «espacio protegido» para ellos.

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Junto a la propia variante, con 3,5 metros de calzada en cada dirección, se ha proyectado la creación de una amplia acera de 3 metros y un arcén de 1,5. A estos tres elementos se les sumarán también árboles, setos y una decena de farolas. Asimismo, se colocarán pasos de cebra tanto al principio como al final del vial.

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