El misterioso hundimiento del vapor Elanchove revive en Plentzia

Los enigmas que rodean el hundimiento del vapor Elanchove en aguas vizcaínas hace más de 80 años hacen una parada en Plentzia. Los pocos datos hasta ahora conocidos de esta tragedia se han recolectado en una nueva exposición disponible en el Museo Plasentia de Butrón. Las memorias están comisariadas por Idoia Ibáñez, la primera mujer capitana de la Marina Mercante española, en colaboración con la Asociación Vizcaína de Capitanes de la Marina Mercante.

La muestra explora el enigmático naufragio del buque, ocurrido durante la Guerra Civil Española en 1936. A través de una meticulosa investigación, la exposición arroja luz sobre este episodio, cuyas causas permanecen desconocidas, y rinde homenaje a las viudas y familias afectadas.

«El objetivo es dar a conocer un tema del que se sabe muy poco, un suceso del que aún tenemos más preguntas que respuestas e intentar, paso a paso, ir resolviendo esas dudas. Aunque contamos con documentación, hay aspectos que no cuadran con lo que parece que fue la realidad«, explica la comisaria. El vapor era un buque de carga de 107,1 metros de eslora y 15,46 de manga, propiedad de la Compañía Marítima Elanchove, que naufragó en el golfo de Bizkaia el 25 de octubre de 1936, durante una travesía entre Bilbao y Cardiff (Inglaterra) transportando hierro.

Los elementos, distribuidos en una planta completa del edificio, incluye objetos históricos del Museo Plasentia de Butrón, la Asociación de Capitanes y el Itsas Museum de Bilbao y documentos inéditos que invitan a los visitantes a reflexionar sobre las posibles causas del hundimiento y su impacto en la sociedad de la época. Mapas, libros antiguos, piezas de la embarcación original y una maqueta forman parte de la recreación con la que se intenta explicar lo sucedido.

«Queremos dar voz a las preguntas de los familiares y abrir un espacio para reflexionar sobre esta parte de nuestra historia», indica Ibáñez. En el suceso fallecieron 41 tripulantes y una persona acompañante. Aunque el naufragio se atribuyó a una vía de agua causada por el temporal, se han detectado algunas contradicciones en el relato del único superviviente. Además, el precario estado del buque y la presencia en la zona de embarcaciones de guerra alemanas alimentaron desde el primer momento diversas conjeturas sobre las causas reales del hecho.

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