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jon ander goitia
Leioa
Viernes, 6 de noviembre 2020
Leioa también. La tendencia que venía marcando el municipio durante los últimos días avisaba de lo que ayer se terminó confirmando: cruza la línea roja y se coloca en alerta máxima. Los once casos registrados ayer –una constante durante las últimas fechas– situaron la ... incidencia de positivos de la localidad por primera vez, con 525,84, por encima de los 500. Era cuestión de horas que la localidad se convirtiese en la cuarta de la Margen Derecha, tras Berango y Erandio primero y después Getxo, en estar en aviso rojo. Y preocupa ahora la evolución que presenta la comarca.
De manera que la noticia no pilló a nadie por sorpresa. Es más, «se veía venir», coincidían ayer vecinos y comerciantes. Lo que nadie se esperaba era el anunció que iba a hacer a última hora de la tarde el lehendakari Iñigo Urkullu. Una situación que mantuvo en vilo durante toda la jornada al tejido económico local, y en especial al hostelero, que de reojo esperaba esas nuevas medidas. El jarro de agua fue helador: cierre de los bares.
«Es un drama. El problema para el sector es muy importante. Supongo que ahora intentarán gestionar cosas alternativas, pero el varapalo es tremendo», confesaba Arantza Prado, presidenta de Comercios Unidos, tras conocer las nuevas medidas. «Nadie se lo esperaba», añadía. Y así era. En la calle, una vez conocido que el municipio entraba en alerta máxima, los hosteleros del municipio estaban en vilo por conocer las normas que les afectarían.
«Confío en que no sean tan duros, espero que nos dejen margen para trabajar», se mostraba esperanzada Tamara Rodríguez, del Líbano. Desde el otro lado de la barra, los bares respiraban ligeramente aliviados pensando que las restricciones se limitarían únicamente al horario. «Un mal menor», coincidían. Y razonaban. «Sería peor que nos limitasen la actividad solo a las terrazas en lugar de quitarnos una o dos horas. ¿Cuándo venga el mal tiempo qué vamos a hacer?», cuestionaba Olatz González, del bar Haddock. Al final, ni una cosa ni la otra. «Ahora mismo nos invade la incertidumbre», compartía su compañera Juncal Rodas.
Lo cierto es que no hubo que esperar mucho para ver que cómo los vecinos se hacían eco de la noticia. «Buufff… Esto es la estocada final para ellos», lamentaba Iñigo Gutiérrez en una de las terrazas. La noticia ya estaba en boca de todos. El mensaje circuló como a mediodía lo hizo el que informaba de que el municipio entraba en alerta máxima. «Me acaba de avisar un amigo. Se veía venir, la evolución era negativa», analizaba Silverio Castro, mientras ojeaba el contenido del mensaje.
Los vecinos de Leioa prefieren no pararse a contemplar un endurecimiento de las medidas para aquellos municipios marcados en ahora rojo. Aunque, advierten de que la situación debe ponerles en alerta. «Asusta la tendencia que hemos venido manteniendo. No estamos mentalizados y esa es la problemática», criticaba su amigo, José Ramón Herrero. En su caso, el virus les toca de cerca. «Hace diez días ingresaron a un amigo por coronavirus. La ambulancia vino a buscarle y se lo llevaron», lamentaba Herrero.
Son varios los que confían en que el toque de queda y las restricciones de movilidad puedan empezar ahora a dar resultado. «No va a ser un cambio drástico, pero al menos sí que empezaremos a notar una mejoría que nos permita poder salir de la alerta» anhelaba Marta Navarro, durante un paseo. «Esto nos debe hacer replantear muchas actitudes».
Y para que la tendencia cambie, Diego Corral pedía «más respeto» entre aquellos que «se saltan las normas». Ponía como ejemplo la actitud de algunas personas que paseaban en ese momento por la calle, en grandes grupos o portando mal la mascarilla. «Que algunos no cumplan las medidas nos afecta a todos», lamenta este vecino, que llevaba varias jornadas haciendo un seguimiento de los datos del municipio. «Se veía venir».
El alcalde de Leioa, Iban Rodríguez, lanzó ayer un mensaje a la ciudadanía: «Hay que evitar que el sistema sanitario colapse». La constante de una decena de positivos diarios provocó que finalmente acabasen traspasando la línea de peligro. Y ahora pide colaborar para minimizar las consecuencias. «No sabemos cuántos de esos once positivos –por los de ayer– están graves, pero debemos evitar que se saturen las urgencias para que si hay, aunque sea uno, puedan atenderlo correctamente».
La alerta era algo que «se veía venir». Por lo pronto, el Ayuntamiento ya ha anunciado que suspende la feria agrícola y «todos aquellos actos susceptibles de juntar a mucha gente». «Debemos colaborar entre todos para parar la expansión del virus».
Eso sí, descartó que esa dinámica tenga que ver con un foco en concreto. «Es algo etéreo que nos tiene que poner más en alerta». E incidió en tres consejos: «Lavado de manos, distancia y evitar actuaciones que no sean necesarias». En cuanto a este último punto, remarcó «reducir al máximo los contactos».
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