El Gobierno vasco colaborará con Berango para atender a los inmigrantes acampados en un bosque

Después de conocerse que desde hace varios meses, decenas de inmigrantes permanecían en campamentos ilegales en los bosques ubicados entre Berango y Getxo, algunos en terrenos privados, el Gobierno vasco ha atendido el llamamiento del Ayuntamiento berangotarra para intentar ofrecer «respuestas individualizadas» a estas personas en situación de exclusión residencial.

Este viernes -tras una reunión entre representantes del Ejecutivo autonómico y el local- se ha acordado que desde este lunes, el Servicio Vasco de Integración y Convivencia Intercultural, Biltzen, en colaboración con el Consistorio, será la entidad encargada de realizar una radiografía del panorama. El director de Migración y Asilo del Ejecutivo autonómico, Xabier Legarreta, ha aclarado que la problemática se tratará desde una perspectiva de población sin hogar. Ha insistido en la necesidad de «abordar la condición de estos jóvenes desde ese prisma, el del sinhogarismo y no desde el de la inmigración», puntualiza.

El director ha recordado que es la Mancomunidad de Uribe Kosta, integrada por los municipios de Barrika, Berango, Gorliz, Plentzia, Sopela, Lemoiz y Urduliz, la que tiene y desarrolla obligaciones en materia de atención a personas sin hogar. «Sin embargo, no se ha previsto esta contingencia, ni se ha preparado para responder a ella directamente o mediante acuerdos con otros ayuntamientos o con el tercer sector social», subraya Legarreta. Por ello, ha invitado al resto de localidades a sumarse al trabajo para «generar recursos descentralizados de atención, ampliando la capacidad de la que disponen según el mapa de servicios sociales», y también a «habilitar nuevas respuestas dirigidas al perfil de jóvenes, migrantes o no, sin red de apoyo familiar».

Biltzen se prepara entonces para prestar información y orientación a esta población, con apoyo de intérpretes. Prestará apoyo lingüístico en árabe y francés para facilitar la comunicación con las autoridades. Además, informará y orientará sobre los trámites y documentación que necesitan para regularizar su permanencia en Euskadi, algo que está ya fuera de las competencias de la provincia.

En coordinación con el Gobierno local se desarrollará un diagnóstico que permita «estimar con precisión la cantidad de personas que pernoctan actualmente a la intemperie, sus nacionalidades y sus condiciones particulares», explica el director de Biltzen, Javier Pérez. Esta «foto», que se trabajará de la mano de las asociaciones y servicios sociales que ya les atienden o que tienen algún tipo de información, será el primer paso para valorar distintas respuestas que, en todo caso, «es propia de los servicios sociales de base de la mancomunidad», subraya Legarreta.

La alcaldesa de Berango, Itziar Aginagalde, ha enfatizado que según los datos de la Policía local se han contabilizado 23 personas asentadas en una zona boscosa que limita con Getxo. Este registro data de hace un mes, cuando los agentes acudieron a la llamada del propietario de la parcela sobre la presencia de inmigrantes refugiados de manera ilegal con tiendas de campaña.

Según la Asociación San Nikolas Zabalik, afincada en Algorta, algunos de los jóvenes estaban en la zona desde hace nueve meses. Y que diez de ellos se han adscrito a los programas de ayuda y formación que ofrece la agrupación en materia social. Los mismos están de momento alojados en el albergue temporal y de emergencia que se ha habilitado en la planta superior de la parroquia Santo Domingo de Guzmán de Berango.

Este periódico ha tenido acceso a los campamentos que hay instalados en la zona. Ocultos entre la frondosa vegetación, se calcula que puede haber medio centenar de jóvenes viviendo en estos asentamientos. Algunos de los inmigrantes llevan poco tiempo ahí, pero afirman que algunos de sus compañeros pueden estar desde hace más de dos años. Una situación que había pasado desapercibida para las autoridades locales y autonómicas antes de la alerta del dueño de una parte del territorio. Algunos vecinos aseguran haber sido víctimas de algunos «desmanes» cerca de sus viviendas ubicadas en el área.

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