Getxo registró 320 accidentes de tráfico y 27 atropellos el año pasado

Casi dos de cada tres accidentes fueron sin daños físicos y en la mayoría de los casos no revistieron gravedad. Únicamente 10 de los pasajeros tuvieron que ser atendidos por sufrir heridas importantes y fueron trasladados por tanto a centros hospitalarios. Lamentablemente una de las personas que iba en el interior de uno de los vehículos accidentados y que resultó herido muy grave, falleció días después.

Según aclaran portavoces de la Guardia Urbana, la mayoría de los vecinos atropellados, el «36% fueron mayores de 65 años» por lo que desde el Ayuntamiento se va a «trabajar» con ellos para incrementar la prevención. En la mayoría de incidentes se dio un denominador común, el despiste al frente del volante y la falta de atención al cruzar la calle está detrás de los sucesos.

Si hay un barrio en Getxo en el que se concentran el mayor número de accidentes es Algorta. Durante el año pasado tuvieron lugar casi el 3 de cada 10 siniestros que se registraron en el municipio. Por detrás se situó Neguri, Las Arenas, Santa María de Getxo y en última posición Romo. El dato en todo caso tiene su lógica al ser la zona con mayor volumen de vehículos, aunque, según quisieron destacar desde la Guardia Urbana, supone un descenso de casi un 10%, si se compara con los datos de hace dos años. Entonces, la mitad de las colisiones que tenían lugar en el municipio se daban también en el centro de Algorta.

En el otro extremo, en las áreas donde se ha dado la tendencia contraria y han ido crecido los percances está Santa María de Getxo. Allí, la circulación ha crecido y ha tenido repercusiones directas en los choques que se han multiplicado por tres en los últimos treinta y seis meses.

Y aunque haya una percepción de que se ha incrementado la peligrosidad de los patinetes eléctricos y las bicicletas, lo cierto es que la siniestralidad relacionada con estos elementos no ha aumentado de forma preocupante. Se sitúa en índices «muy similares a los de otros años con un leve incremento», afirman. En 2023 los dispositivos eléctricos se vieron involucrados en once incidentes y las bicis en treinta y tres.

Los uniformados llevaron a cabo el año pasado casi doscientos controles a más de 4.300 vehículos. Realizaron en colaboración con la Ertzaintza casi 700 pruebas de alcoholemia que arrojaron 72 positivos. La Guardia Urbana se ha fijado como objetivo «disminuir la causa de accidentes por alcohol y drogas».

En total, los agentes tramitaron casi 9.000 denuncias por infracciones a la ley de Seguridad Vial. Se incrementaron, hasta 1.560, doscientas más que un año antes, las multas por estacionamiento. También crecieron hasta el medio millar las sanciones por estacionar en la acera. Por dejar el coche en carga y descarga se tramitaron 1.341, casi 400 más que un año antes. Y los vecinos de Algorta fueron los que más penalizaciones sumaron.