Un cielo gris que amenazaba lluvia por la mañana no frenó el entusiasmo de cerca de un millar de personas que este domingo se dieron cita en el Puerto Deportivo de Getxo para participar en la carrera más familiar de Bizkaia. Padres, hijos, aitites, hermanos ... o cuadrillas de amigos convirtieron este evento patrocinado por EL CORREO en una fiesta de la solidaridad, en esta ocasión con los afectados por enfermedades de retina.
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En esta carrera no competitiva en la que la única meta es hacer ejercicio y apoyar una buena causa se batieron récords, aunque no fueron de tiempos. Si la organización tenía previstos tres tipos de grupos familiares, compuestos por una generación -hermanos, parejas-; dos -padres e hijos;- y tres -desde los aitites a nietos-, este domingo hubo hasta cuatro en un mismo equipo en la línea de salida. Blanqui Sáenz, de 83 años, vecina de Zorroza, realizó el trayecto con sus tres hijas, sus yernos, cuatro nietas y un biznieto, el pequeño Iker, de 5 años.
La marcha partió a las once de la mañana junto a la explanada de los cines, después de realizar unos ejercicios colectivos de calentamiento. Se podía completar desde una vuelta, un recorrido agradable de kilómetro y medio en llano, hasta cubrir cinco rondas para los participantes en mejor forma física. En la línea de salida ganaban por goleada los grupos familiares con niños, que iban a la carrera, en patinetes, motos o cochecitos. «Es un buen plan para que disfruten los niños y saludable porque nos permite hacer ejercicio», explicaban Susana, Elsa y Vanesa que habían acudido con sus hijos, compañeros de colegio. «A las citas con la solidaridad siempre venimos, sea donde sea», comentaban Amaia García, Enar Canal, José Ángel Pérez, y Sirats Pérez, «madre, dos hijos y tío», precisaban.
Lucas Martínez, de 16 años, corría este domingo para apoyar a su primo, afectado por una enfermedad de retina, y estuvo acompañado en su bonito gesto por sus amigos Ramón Zubiaga, Gonzalo Texidó e Ignacio Irazabal. Después del esfuerzo, los corredores recibieron el avituallamiento, hubo sesión de estiramientos y sorteo de regalos. La fiesta tuvo un punto final musical, con baile para todas las edades.
La recaudación de esta VII Carrera Familiar Solidaria de Getxo, que ascendió a 1.450 euros, fue a parar íntegramente a manos de la Asociación de Distrofia Hereditaria de Retina de Bizkaia, Begisare. Esta agrupación se dedica a ofrecer apoyo a los afectados por estas enfermedades que pueden conducir a la ceguera y a los equipos de investigación que en el centro Biodonostia buscan un tratamiento para estos trastornos genéticos, entre ellos la Retinosis Pigmentaria, una de las más habituales.
«No hay un registro oficial de afectados, pero se estima que tiene una incidencia de una de cada 3.500 personas, por lo que en Euskadi habría cerca de 700», explica Arantza Uliarte, responsable del colectivo, que en Bizkaia agrupa a 130 socios, entre enfermos y voluntarios.
En el acto de entrega del cheque participaron los representantes de los patrocinadores principales de la prueba, Alan Bradley, de Seguros Bilbao, e Izaskun Bilbao, de EDP, junto con Álvaro González, del Ayuntamiento de Getxo, y Ramón Sires, de EL CORREO.
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