El número 7 de la céntrica calle Sarrikobaso de Algorta tiene los días contados. Tras años de retrasos y dilaciones por parte del Ayuntamiento de Getxo con el deteriorado edificio de 129 años en el que residen siete personas, el Consistorio va a iniciar el ... expediente para declarar su ruina y posterior derribo. El trámite permitirá regenerar la zona, plan con el que los residentes están de acuerdo al dar vía libre a su reordenación urbanística.
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No le queda mucha más opción al Ayuntamiento, gobernado por PNV y PSE, después de que el estudio técnico solicitado el pasado mes de septiembre certificase el «peligro» que supone tanto para los residentes como para los transeúntes. No es lo único. Dictamina la imposibilidad de que los propietarios acometan la obras necesarias al estar al margen del planeamiento.
Según explicó ayer el concejal de Patrimonio y Vivienda, Álvaro González, la institución local puede tomar ahora esta decisión porque ya dispone de un informe en el que basarse. «La legalidad para poder intervenir y declarar la ruina urbanística nos exige que las cosas estén bien hechas, porque luego puede venir un vecino y recurrirlo», contestó ante las críticas de uno de los residentes en el inmueble. Aitor Ansoleaga, de 70 años, acudió ayer a la Finca Santa Clara, donde se celebró la comisión de Territorio, para recordar que «se está agravando la situación por el retraso de la toma de decisiones por parte del equipo de gobierno». «Sois conocedores y responsables de la problemática del edificio desde hace 34 años y hasta el día de hoy, e incluso con un muerto en el número 11. Ninguna de las actuaciones se han llevado a cabo, eran dos planes urbanísticos, no habéis aceptado nuestras alegaciones, no me habéis dejado montar negocios, pero tampoco nos habéis rebajado ni el IBI y hemos ido a peor... De hecho, si no hubiera sido porque limpio yo la zona sería una selva», recordó el getxotarra.
En 2016 los propietarios llegaron a un acuerdo con el Ayuntamiento para construir en los terrenos 14 viviendas tasadas y otras 18 VPO, pero en 2019 una modificación urbanística y la incorporación en esta unidad de ejecución de una parcela de mil metros cuadrados en la calle Puerto Orduña para hacer una zona verde dio al traste con el proyecto. «No podéis seguir esperando porque con estos vientos ya se han caído tejadas», advirtió Aitor Ansoleaga, al tiempo que lanzó un órdago al gobierno local. «No vamos a invertir nada. Si tomáis una decisión pronto bien y si no que suceda lo que sea», añadió.
«Nuestra intención es hacerlo bien, sin dudas jurídicas y eso se resuelve teniendo buenos informes técnicos», ahondó el edil de Patrimonio y Vivienda, que solicitó la colaboración de los residentes para terminar lo antes posible con un expediente enquistado. «Nuestro objetivo es declarar la ruina, si nos ayudan será más fácil y si no más difícil», señaló González. Ansoleaga recriminó que «no pueden decir que van a ir a casa de una persona hoy, luego que van pasado y si no... al otro. Así no se puede andar. Tenéis que ir de una vez», apuntó.
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