Getxo destinará 610.000 euros para atajar las averías en las rampas mecánicas

Las rampas de Bidezabal en Algorta se han convertido en los últimos años en un auténtico quebradero de cabeza para los residentes, pero también para el Ayuntamiento de Getxo. El trajín que sufren, por un lado, al estar cerca de la estación de metro, y la lluvia y el frío que soportan, por el otro, no lo ponen fácil.

Portavoces municipales han explicado que se va a sustituir próximamente la cinta número cuatro porque tiene «un fallo grave y está parada». Lleva así varias semanas. En todo caso, se arreglará de «forma temporal» para que los residentes en la zona la puedan usar y hasta que «se cambie por una nueva», han añadido. Los responsables municipales quieren dar una solución definitiva a un problema que se viene alargando en el tiempo en una instalación construida en 2005 con una inversión de poco menos de un millón de euros.

A lo largo de las próximos meses, la institución local destinará un total de 610.000 euros a mejorar las instalaciones de Bidezabal con la renovación de dos cintas, pero también del resto de rampas y ascensores del municipio. La partida forma parte de los presupuestos de este año que el Consistorio aprobó el pasado mes de diciembre, después de que el Ejecutivo local, en manos de PNV y PSE, alcanzase un acuerdo con el PP.

El municipio quiere mejorar la movilidad, tanto en este punto como en Salsidu, donde también los vecinos llevan tiempo quejándose de las constantes averías. Las bandas mecánicas de la zona baja se construyeron en 2008 con una inversión de 1,8 millones de euros. Desde hace años su mal estado perjudica, sobre todo, a las personas más mayores que necesitan dirigirse al centro de la localidad. En Bidezabal no son menos imprescindibles al permitir acceder más cómodamente al entorno del ambulatorio y a la parada del suburbano.

Hace tres años, el Ayuntamiento, ante el aluvión de quejas vecinales por las frecuentes averías que recibía en ambas instalaciones, modificó las condiciones de licitación para que la empresa de mantenimiento actuase con más celeridad en el caso de que dejasen de andar. Desde entonces, los operarios intervienen en hora y media– anteriormente eran dos horas y media– después de recibir un aviso y destinó 45.000 euros a incidencias frente a los 5.000 euros que hasta entonces contemplaba al año.

Como posible solución, el PP solicitó hace tiempo que se cubriesen, de igual forma que sucede en las rampas de Etxebarri.