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TXEMA IZAGIRRE
GETXO.
Jueves, 14 de noviembre 2019
Decir que Getxo ya tiene un retoño del árbol de Gernika sería quedarse corto visto el emotivo acto vivido ayer por la mañana, en el que todos los partidos con representación municipal formaron una piña. Al mediodía se descubrió la placa conmemorativa en la plaza ... Lehendakari Agirre, de Algorta. Y lo hizo la nieta de aquel primer presidente del Gobierno vasco que, como él, se ha estrenado en el mundo de la política con la makila de primer edil getxotarra. Amaia Agirre aseguró que era «un honor, un orgullo» participar en el acto para descubrir la placa que da a conocer la existencia de este «símbolo de paz y libertad del pueblo vasco» plantado en un jardín urbano, cerca de unos cerezos de flor japoneses y otras especies arbóreas como los laureles que tanto simbolismo tuvieron para los césares romanos. Además, da la casualidad de que el pequeño ejemplar está muy próximo a una 'estela' en la que se recuerda a aquel primer primer presidente del Ejecutivo vasco.
Ana Otadui, presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, hizo los honores junto a la alcaldesa a la hora de descubrir la placa. Fue un acto intimista, en el que se bailó un aurresku de honor en presencia de concejales de todos los grupos políticos. En la placa que ya forma parte del paisaje urbano getxotarra se puede leer: «Retoño del Árbol de Gernika, símbolo de las libertades vascas y del anhelo de Paz del Pueblo Vasco. Escenario, en 1937, del primer bombardeo masivo contra población civil a nivel mundial e inspiración de la obra 'Guernica', de Pablo Picasso». El mensaje funde vida, muerte, memoria, libertad, esperanza y cultura, entre otras muchas cosas.
A golpe de tamboril y viento de txistu se tocó también una canción enraizada como 'Gernikako Arbola', compuesta en 1853 por el maestro José María Iparragirre. El acto fue emocionante. «Se me ponen los pelos de punta», confesó la presidenta de las Juntas Generales, mientras a Agirre contenía la emoción. Le brillaban los ojos.
Otadui confesó que «Agirre fue el primero en jurar su cargo en el árbol de Gernika, así que siento una emoción enorme y una profunda admiración por el 'aitite' de Amaia, por el primer lehendakari». «Es un gran orgullo, es muy emocionante. Me vienen muchos recuerdos, que son íntimos y personales», admitió la alcaldesa.
El verdadero protagonista, no obstante, fue el roble. Nadie quiso retar protagonismo a uno de los pocos referentes simbólicos vivos que tienen los pueblos del mundo y bajo cuyo manto de hojas se reunían antaño los políticos para tomar decisiones. «Es un símbolo que está plantado y crece constantemente. Se va desarrollando y va cogiendo esplendor poco a poco. Y a la vez se extiende su simbología de honor y respeto a otros pueblos y países», describió la regidora.
Desde el siglo XIX, se han plantado retoños en los cinco continentes. Getxo se ha sumado a esa larga lista de localidades que cuentan con el suyo propio: Gotemburgo, Padrón, Laudio, Pforzeim, Sidney, Auschwitz o Washington son parte de la lista. Pero la magia de ayer residió en que se ha plantado en una plaza dedicada al primer lehendakari, en su presencia de una nieta «orgullosa» de su abuelo y del árbol.
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