El futuro gimnasio en el antiguo convento de Leioa «respetará el entorno natural»

El misterio de cómo será el gimnasio que se levantará en el antiguo convento de las Dominicas, en Leioa, comienza a destaparse. La promotora del club deportivo ha presentado un primer boceto de la futura instalación que terminaría de esclarecer muchas de las dudas generadas entre los vecinos los últimos meses. El complejo, situado en la cima del monte Kurkudi, tendrá una edificabilidad de 12.000 metros cuadrados distribuidos en dos espacios diferentes. Por un lado, se aprovecharán las zonas aptas del propio monasterio –la iglesia y las dependencias de las monjas que vivían allí–, que ya dispone de 6.000 metros cuadrados, y por otro lado, se erigirá un nuevo edificio de dos plantas, donde se ubicarán las salas y las actividades de fitness, como spinning, zumba, gap o yoga, entre otros. El impacto paisajístico, apuntan, «será escaso», puesto que el proyecto se ha trazado «pensando en el entorno natural». La empresa ha apostado por una construcción acristalada con un recubrimiento verde. Detallan que, de esta forma, «se aprovecha la luz natural, además de ser respetuoso, a su vez, con la naturaleza». Asimismo, el equipamiento contará con varias estancias de 'coworking' para que los usuarios puedan compaginar las horas laborales con el ocio deportivo.

La sensibilidad de los residentes por la zona es algo evidente y de ahí que la firma que impulsará el gimnasio haya ofrecido al Ayuntamiento una parte del terreno, alrededor de 15.400 metros cuadrados, para que sea utilizado de esparcimiento público y se pueda dar continuidad al arbolado que se encuentra asentado en la parte sur de la parcela.

El club tendrá un concepto familiar, es decir, estará dirigido tanto a jóvenes como adultos. La finalidad, dicen, «es que padres, madres e hijos puedan venir a las instalaciones juntos a realizar distintos deportes acordes con sus gustos». Cualquier cliente, independientemente de su edad, podrá acceder al recinto, pero se incidirá en la ejecución de actividades enfocadas a los adolescentes a partir de los 12 años. «Es en ese momento cuando los niños comienzan a despegarse más del ejercicio físico, sobre todo los que no quieren entrar en equipos de competición. La idea es darles un espacio en el que se sientan cómodos, más aún con los datos de obesidad que manejamos en el país», apuntan desde la promotora. Se presentará un extenso y adaptado calendario para que tanto adultos como adolescentes puedan escoger diferentes clases a la misma hora. Igualmente, el complejo contará con restaurante, piscina, spa, osteopatía, fisioterapia, nutrición y dietética, un centro de belleza y un espacio de disfrute exterior.

El recinto dispondrá además de un parking y una zona protegida para estacionar bicicletas y patinetes eléctricos. El objetivo es «ofrecer alternativas» para que los usuarios puedan acudir en un medio de transporte más ecológico. Si bien una de las grandes preocupaciones vecinales era la afección que el gimnasio podría causar en la circulación, la promotora aclara que el concepto familiar del club incide en que «los consumidores no vengan solos en coche». «No todo el tráfico será nuevo. Debemos tener en cuenta que nos encontramos a un paso del centro comercial de Artea, por lo que muchos aprovecharán el trayecto para pasarse por la instalación», esclarecen. Y afirman que se podrían generar «entre 90 y 100 nuevos trabajos» dirigidos, en su mayoría, a vecinos de Leioa. La propuesta cuenta desde febrero con el informe favorable de la Comisión de Ordenación del Territorio del País Vasco, por lo que el siguiente paso será la aprobación definitiva de la modificación del PGOU en pleno, no sin antes presentar un análisis de accesibilidad solicitado por la Diputación.