La fiesta estalla en Urduliz

«Nos encanta el txupin, pero también las barracas, con el ‘dragón’ y la ‘jaula’, y los cabezudos. Son lo mejor de las fiestas», decían Mara Pueyo y Dunixe Soto, de 9 años, que reconocieron haber estado deseando el día del txupin, pese a que coincide con el primer día de colegio. «Pero hoy sólo ha sido la presentación. Ahora vamos a pasarlo en grande», decían.

La vecina Mari Cruz Barrera aseguraba que vive los ‘Andra Maris’ «con emoción y mucha alegría. Es un día bonito, viene mucha gente. Este año que ya tenemos el metro incluso más, porque se acercarán de Sopela y de Plentzia. Y además muchos acaban de llegar de vacaciones y vienen con ganas de seguir la juerga. Siempre organizan muchas actividades y participa todo el pueblo»,

Ane, Marije y Cristina esperaban tranquilas a que la fiesta les llamara. «Por la noche viene bastante gente, son unos festejos especiales aunque nosotras los vivimos ya con mucha paz, no como los más jóvenes. Es diferente pero nos gustan. Mañana (por hoy) el programa es más completo y hay concursos, herri kirolak, ciclismo, y más adelante las goitiberas, que son muy populares… Para todos los gustos», señalaban.

Mientras en la plaza el enorme insecto de plástico volvía a su sitio, desde las alturas, salían por la puerta principal los cabezudos y la sorpresa, para algunos, se tornó en nerviosismo. Pero jóvenes y mayores disfrutaron de un comienzo festivo muy movido y en el que el tiempo aguantó. La fiesta se trasladó después desde el Ayuntamiento a las calles del municipio, que se tiñeron de todos los colores con el desfile de cuadrillas, poblado de aitas, amas y grupos de jóvenes que no quisieron perderse la inauguración de unas jornadas muy esperadas.

«Son muy nuestras, como cae entre semana hay mucha gente del pueblo aunque este fin de semana esperamos muchos visitantes», decían Igor y Olatz, ataviados con sus trajes tradicionales. «Disfrutaremos de la txistorrada y aprovecharemos para estar también en familia, porque tiene que haber de todo», bromeaban. La de ayer fue una jornada da tranquila para muchos, porque aunque hubo quien continuaba de vacaciones – o incluso quien los empezaba–, hoy les esperaba un día más de trabajo. «Nosotros nos reservamos para el fin de semana, que son las últimas fiestas y aunque se cogen con ganas, también hay que currar», explicaba otro vecino.