Estrechan el cerco sobre el autor de robos en 10 coches en Sopela

Apenas habían pasado 48 horas desde la entrada en 2020, cuando Sopela volvió a vivir otro episodio de robos. En esta ocasión el objetivo del ladrón -actuó en solitario- no fueron las casas, como había ocurrido hasta ahora en casos puntuales, sino que fijó su ansia por lo ajeno en un buen número de vehículos. Y es que la lista es larga. Llega incluso hasta la decena, y todos desvalijados por la misma persona, de unos treinta años. Una concatenación de hurtos que comenzó en el entorno de Zabalbide y que se prolongó durante cuatro horas.

Sigiloso, el individuo aprovechó la oscuridad de la noche y la poca presencia de gente en la calle a estas horas para llevar a cabo su actuación. Y no cabe duda de que lo consiguió, porque nadie se dio cuenta de los robos hasta la siguiente mañana, cuando se dirigieron al coche. La luna rota no hacía presagiar nada bueno. Las peores sospechas se confirmaron una vez comprobaron que faltaban las pertenencias que habían dejado en el interior de sus vehículos. En esta ocasión, el objetivo del delincuente no fueron los dispositivos electrónicos, sino que el varón cogió las pocas cosas que iba encontrando a la vista: el dinero de los ceniceros, prendas, gafas de sol... Un patrón muy habitual en esta clase de hurtos, que no suelen superar los dos minutos.

Sin embargo, el autor de los robos pasó por alto un detalle: las cámaras de seguridad estaban al tanto de cada movimiento. Tal y como ha podido saber EL CORREO, los agentes de Sopela trabajan sobre esta batería de grabaciones para dar con él. Unas pruebas que les ha permitido cercar el círculo sobre el autor. Las imágenes muestran a un individuo escondido bajo una capucha y con unas gafas de sol.

Ayudado en todo momento por una herramienta metálica abrió cada uno de los coches y, apresurado, comenzó a guardar en una mochila los objetos que encontraba en el interior. Una vez concluido el 'trabajo', emprendía el camino hacia su próximo objetivo. Siempre a pie, lo que le permitía desplazarse sin perturbar el silencio de la noche. Porque con cada coche -también furgonetas- el individuo fue cambiando de calle, dejando en los coches el rastro de su paso.

El trabajo de investigación que están llevando a cabo conjuntamente la Policía Local y la Ertzaintza no solo permitiría poner nombre al autor de estos robos, sino que también podría esclarecer otro caso similar y cercano en el tiempo. El último fin de semana del año pasado, un varón también desvalijó diez coches aprovechando la oscuridad de la noche. En este caso, en cambio, los hurtos se perpetraron en Berango. No obstante, las pruebas demostrarán si es así, se cree que puede tratarse de la misma persona.